Richard Huera del Team Movistar Best PC es el último ganador de la Vuelta al Ecuador de ciclismo y sueña con llegar a la máxima élite. Mientras construye su camino, el ciclista -que se considera un soñador- permanece en su tierra natal y donde empezó ese sueño de rodar.
Parado en dos pedales y con los vítores a su alrededor, Huera ascendió la cuesta de Cuicocha (Imbabura) en la penúltima etapa del certamen. En la bajada, no escatimó esfuerzos y se potenció para cruzar la meta con los brazos abiertos y la seguridad de que aquello marcaba un punto de inflexión en el certamen.
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En aquella oportunidad, Huera sacó más de un minuto de ventaja sobre quienes habían sido líderes en la tabla general del evento: el español Óscar Sevilla y su compañero de equipo Brayan Obando. Con eso, el camino quedó allanado para que en la última etapa se consagre y mantenga el jersey amarillo como campeón de la Vuelta al Ecuador.
Ya con el título sobre sí, con su nombre dentro de la historia ciclística del país y tras la vorágine de emociones que le representó ganar, este se mantiene en su cotidiano y con los suyos. Sabe que la familia es el pilar de su éxito y el Playón de San Francisco (Sucumbíos), el espacio para vivirlos.
Richard Huera, homenajeado por los mejores
Tras su victoria en la Vuelta al Ecuador, Huera retornó al Playón y se mantiene con sus entrenamientos. Pese a ello, se llevó una sorpresa al recibir un homenaje de parte de dos figuras del ciclismo ecuatoriano, relata a EL COMERCIO.
A raíz de su arribo, en aquella localidad de la Amazonía, este fue recibido por Jonathan Narváez, ciclista del Emirates UAE y ciclista olímpico con Ecuador, y Jefferson Cepeda, del Movistar Team de España. Ambos forman parte de equipos del Word Tour de la UCI y participan en las más grandes competencias ciclísticas.
“El otro día estuvieron por acá, nos hicieron un bonito recibimiento por todos los resultados que hemos obtenido en la temporada. Es un pueblo pequeño, pero de donde han salido muchos deportistas”, relata Huera.
Salvo por sus traslados a competencias, el Playón es su residencia habitual y de lunes a domingo realiza sus actividades. Desde las 8 de la mañana ya está montado en la bicicleta y le dedica entre tres y cuatro horas a sus ejercicios. Pese a ello, si deja la localidad oriental es para dar el salto a lo más alto del ciclismo.
Richard Huera sueña con Europa
A los 15 años y con el impuso de su padre, quien también se dedicó al deporte de dos ruedas, Huera empezó a pedalear en el pueblo que lo acoge y se formó en la escuela de ciclistas de este. El ganar la Vuelta al Ecuador, para él, no cambia mucho frente a sus relaciones y cómo se desempeña en su cotidiano, pues cree que su familia y sus amigos, inclusive, son quienes celebran más sus triunfos. En lo que sí cambia es en su proyección.
“Todos los días me levanto con el pensamiento de que puedo estar en un equipo de más categoría, en un equipo de Europa“. El ciclismo se basa en resultados. Espero mantenerme en forma, continuar demostrando el talento que tengo y, en cualquier momento, dar el salto”, sostiene.
A sus 25 años no pierde la esperanza y, además de la Vuelta, también cuenta con el Campeonato Nacional de Ruta de 2022. La confianza no se pierde y solo pide tiempo y paciencia para que su nombre esté entre los grandes ciclistas que representan al Ecuador en el exterior.