De izq. a der. están Edwin Quelal, Hernán Pichucho, Marcelo Toscano, José Luis Rodríguez y Ángel Pulla. Ellos competirán en el Ironman 70.3 Ecuador el 31 de julio del 2016. Foto: Carlos Rojas / EL COMERCIO
Cuatro deportistas con discapacidad competirán en el Ironman 70.3 Ecuador, de manera individual y en una posta, con auspicio del Gobierno de Pichincha.
Hernán Pichucho, bombero con discapacidad visual, buscará la meta con la guía de Edwin Quelal, mientras que Marcelo Toscano, José Luis Rodríguez y Ángel Pulla (discapacidad física), formaron una posta para completar la carrera.
Ellos se probarán en el reto de 113 km, en Manta, el 31 de julio del 2016.
La competencia se efectuará por segundo año consecutivo y consta de 1,9 km de natación, 90 km de ciclismo y 21,1 km de atletismo. “Me enorgullece guiar a mi Suboficial, porque él es el motivo para que muchas otras personas se animen a entrenar”, aseguró Quelal, de 29 años, bombero que acompañará a Pichucho en los tramos de ciclismo y atletismo. El triatleta con discapacidad visual realizará la natación con la guía de otro amigo.
Los bomberos Hernán Pichucho (izq.) y Edwin Quelal competirán en el Ironman 70.3 Ecuador en Manta. Foto: Carlos Rojas / EL COMERCIO
Quelal, oriundo de la provincia del Carchi, ha sido ciclista desde los 3 años. Fue seleccionado de Pichincha y de Ecuador, por lo que no tiene problemas en dirigir a su compañero sobre la bicicleta de dos asientos.
Pichucho sufrió un accidente de tránsito en el 2001. Como consecuencia de eso llegó a perder completamente la vista. “El deporte se convirtió en parte de mi vida… en lo sicológico me ayuda a estar más tranquilo. Esa es la principal razón para buscar estos retos”. El hombre de tez trigueña, quien siempre lleva gafas oscuras, realizó su primer triatlón en el 2012. Desde entonces ha competido en pruebas atléticas y de ciclismo de ruta. También ha completado triatlones de 113 km y hasta llegó a subir al Cotopaxi con la ayuda de la empresa Paypahuasi. Muchos de esos desafíos los realizó con la guía de Byron Pozo, pero ellos ya no se entrenan juntos.
Con Quelal se ejercita diariamente desde hace dos meses. “Se me ha hecho fácil entrenar con mi Suboficial porque de igual manera yo era entrenador… para mí es más fácil ciclear, porque siempre fue mi fuerte”, explicó el guía deportivo.
Ángel Pulla, Marcelo Toscano y José Luis Rodríguez competirán como posta en el Ironman 70.3 en Manta. Foto: Carlos Rojas / EL COMERCIO
Una tripleta veloz
Marcelo Toscano, de 32 años, tiene una prótesis en la pierna izquierda. En el 2006 sufrió un accidente de tránsito mientras manejaba una motocicleta. “Mi pierna quedó bajo la llanta de un camión… tengo problemas con mi rodilla derecha, tuve una operación en el hombro…”. Este padre de familia encontró en el deporte, sobre todo en la natación, un aliciente. Se ejercita por las noches y prefiere los estilos libre y espalda.
El año pasado, en la primera edición del Ironman 70.3 Ecuador, ya integró un relevo. “Me encanta la natación y el triatlón. Estamos bien preparados”.
Cuando Toscano salga del agua el 31 de julio entregará la posta a su compañero José Luis Rodríguez. “Desde hace cinco años entreno ciclismo, porque vengo de una familia de ciclistas. Mi papá, Leonel Rodríguez, tuvo la gran experiencia de pedalear con los grandes ciclistas de Tulcán como Jaime e Hiopólito Pozo; Pedro Rodríguez, Juan Carlos Rosero… “, explicó el hombre de 32 años que tiene artritis degenerativa, una enfermedad que afecta a sus huesos.
“Me he sentido bien con el deporte. Me entreno los sábados y los domingos, por las carreteras. Entre semana trabajo, soy asistente de talento humano… el Ironman es un sueño para mí. En esta prueba se puede demostrar nuestra voluntad para salir adelante”.
El sargento Ángel Pulla, acantonado en la Brigada de Infantería N° 1 de El Oro, en Machala, perdió parte de su pierna en el “Conflicto del Alto Cenepa… era soldado en febrero de 1995… pertenecía al Batallón de Selva 61 Santiago, donde fue el conflito bélico, y pisé una mina antipersonal… tengo 21 años utilizando la prótesis”.
Después del accidente cayó en una etapa depresiva. “El deporte me sacó adelante… me motivó un amigo, pero también mi segundo hijo que ahora tiene 19 años… estaba recién nacido y lo llevaba en un coche… cada vez que saltaba o incrementaba la velocidad al caminar él se reía. Fue así que poco a poco empecé a correr una cuadra, un kilómetro… y en la actualidad he realizado cuatro maratones (42,195 km)”.
El sargento Pulla corrió el domingo 10 de julio del 2016 en el Circuito Nuestros Héroes 10K. En el 2017 quiere correr su quinta maratón oficial. “El año pasado ya hicimos una posta con Marcelo y mi Mayor Castillo, que esta vez no va a poder estar. Ahora estará un nuevo compañero en la bicicleta y remataré los 21 km con todo. Pienso hacer 2:05 horas. Es un reto personal”, dijo el militar de 42 años.
“Este año se ha creado un presupuesto para ayudarles con la movilización, uniformes e implementos para la competencia… son deportistas que demuestran sus capacidades, sin ningún tipo de limitación… los atletas están motivados”, dijo Narcisa Montaño, sicóloga de la Unidad Técnica Deportiva del Gobierno de Pichincha.