Una corrida de toros con ribetes internacionales se celebra hoy en la ciudad de Latacunga, cuando dos toreros de renombre mundial hagan el paseíllo para protagonizar un mano a mano: se trata del maestro portugués Vítor Mendes y del español Finito de Córdoba.
A ellos los acompañará el caballista Wilson Balladares al que la empresa organizadora del espectáculo anuncia como el mejor rejoneador nacional.
Para la corrida de hoy se han seleccionado reses de los más conocidos hierros nacionales: Huagrahuasi y Triana. Ambas casas ganaderas fraternas lidian toros que proceden de sangre española de la mundialmente famosa divisa de Juan Pedro Domecq.
El torero portugués Vítor Mendes, nacido en la localidad lusitana de Villa Franca de Xira, es el diestro de su país que más se ha destacado en la historia del toreo. Mendes tomó la alternativa de matador de toros en Barcelona, en el año 1981. Cortó 3 orejas y el cartel fue de lujo. El padrino, Palomo Linares, el testigo, José Mari Manzanares. La confirmación en Madrid sobrevino en 1982, con Luis Francisco Esplá y Morenito de Maracay como padrino y testigo, respectivamente, en un cartel de especialistas en la suerte de banderillas que dio la vuelta al mundo. Con centenas de corridas en España, Francia, Portugal y toda América, Mendes ha sido durante largas temporadas uno de los preferidos de la afición de Quito y su nombre ha figurado además en las plazas de Riobamba y Ambato. Mendes ha actuado con gran profesionalismo en México, Lima, Bogotá y por supuesto en Madrid, Sevilla, Valencia, Bilbao o Pamplona y su nombre fue permanente en las principales ferias del mundo.
Mendes es torero de poder y dominio. Gran conocedor de los tres tercios de la lidia es hábil con el capote, sabio con la muleta, brillante en las banderillas -uno de los dominadores del segundo tercio- y seguro estoqueador.
Juan Serrano, Finito de Córdoba, nació en Sabadell (Cataluña) pero desde joven vivió en Córdoba. La ciudad de los califas es uno de las cunas de famosos toreros como El Guerra, Lagartijo, Manolete y El Cordobés.
Juan Serrano tomó su alternativa en Córdoba en el año de 1991 con un cartel de campanillas: Paco Ojeda y Fernando Cepeda. En 1993 la confirmó ante la cátedra de Madrid con José Ortega Cano y Manuel Caballero.
Finito de Córdoba tiene el sello de torero artístico. Su desempeño de altas cotas de plasticidad se decantó en su temprana juventud y fue uno de los novilleros que mayor expectativa alcanzó en el escalafón menor. Con el transcurso de los años y su arte puro fue reposando en el pozo de la sabiduría y su exquisi-ta forma de interpretar el toreo cautiva a los amantes de esta faceta del toreo.
La ciudad de Latacunga espera con gran expectativa este mano a mano para la reinauguración de su plaza, San Isidro Labrador, que presenta sus localidades debidamente numeradas. El acontecimiento taurino ha despertado interés en aficionados de Quito, Ambato, Riobamba y de las demás ciudades de Cotopaxi, provincia que es la que más plazas de toros posee en todo el Ecuador.