Con el objetivo de enfrentarse a las ‘naked’ de mediana cilindrada, que poco a poco van ganando espacio a las ‘supersport’ entre los usuarios jóvenes, principalmente, Kawasaki introdujo algunas modificaciones en la consagrada ZX-6R de 600 cm³, orientadas a mejorar notablemente sus prestaciones.
Para empezar, incrementó levemente el recorrido del pistón dentro del cilindro pero sin alterar el diámetro. Como resultado, el motor declara una cilindrada exacta de 636 cm³ (de ahí el nombre del modelo), que son 36 más que en el ejemplar antecesor.
El aumento de la capacidad llegó acompañado de la consecuente subida de la potencia. Así, la moto pasó de los 127 a los 134 caballos a un régimen de giro de 14 000 rpm, y el torque se elevó de 66 a 71 Nm a 11 500 rpm.
Pero el fabricante japonés quiso que, además de que la moto ofreciera mayor potencia y torque, ambos estuvieran disponibles desde regímenes de revolución más bajos. Esta cualidad hace que la ZX 636 R sea tan apta para desarrollar su potencial en pista como para el uso cotidiano en áreas urbanas y extraurbanas.
Para lograr un adecuado control de la moto, la electrónica desempeña un papel fundamental, pues es posible configurar hasta ocho modos de conducción, en función de las expectativas y habilidades del conductor.
Los frenos, rediseñados, consisten en dos discos delanteros lobulados de 310 mm de diámetro, uno posterior de 220 mm. Opcionalmente, la ZX 636 R ofrece un sistema ABS que opera solo cuando realmente es necesario, con el fin de no restarle deportividad.
Fuente: motos.about.com