Cuatro meses después de la finalización de la temporada 2013, la Fórmula 1 vuelve a abrir el telón para encender la pasión de los millones de seguidores que ese deporte suma alrededor del mundo.
No obstante, a diferencia de los últimos cuatro años en los que las posiciones finales del campeonato anterior daban una referencia certera sobre el desarrollo del siguiente, la F1 2014 arrancará mañana envuelta en una nube de incertidumbre.
Y es que los cambios aplicados a la configuración de los motores, a la aerodinámica de los monoplazas y al consumo de combustible máximo obligaron a los ingenieros a rediseñar por completo los bólidos, lo cual implica la eliminación de cualquier posible ventaja que haya existido en el pasado inmediato.
Aun cuando los resultados de los ensayos de pretemporada colocan a unos equipos en mejor posición que otros, puede decirse que todos parten desde una misma base: la de verificar por primera vez en carrera si los sistemas que han desarrollado en los últimos tres años son lo suficientemente eficaces (fiables y veloces) para resistir la exigencia de cada Gran Premio.
La carrera de mañana en Australia pudiera establecer un nuevo orden en el equilibrio de fuerzas de las escuderÃas.