El gigante asiático anunció que retirará el apoyo a inversores privados del sector, una medida que entrará en vigor el 30 de enero.
El anuncio de China de la retirada de su “apoyo a la inversión extranjera en la industria del automóvil ” va a provocar una subida de los costes de producción para las compañías internacionales y reducirá el acceso de estas firmas al primer mercado mundial, estimaron varios analistas especializados.
China anunció esta semana que “retirará el apoyo” a los inversores privados en la industria automovilística, una medida que entrará en vigor el 30 de enero, “por la necesidad de un desarrollo armonioso” de la industria del automóvil local.
Pese a la falta de concreción de la medida, el anuncio fue interpretado por los analistas como la señal de que China obstaculizará las operaciones de los constructores extranjeros que ya están implantados en su territorio, disuadiendo así posibles nuevos proyectos.
“El gobierno muestra que está preocupado frente al exceso de capacidad (en el sector automóvil) y que quiere reservar los nuevos proyectos a las marcas locales o a los vehículos ecológicos”, explicó a la AFP John Zeng, director de Previsiones de LMC Automotive.
“Estos últimos años, una ‘joint venture’ en China se beneficiaba de derechos de aduana reducidos sobre las importaciones de nuevos equipamientos, pero con esta nueva medida, este tipo de ventajas van a desaparecer y los costes de inversión van a aumentar”, estimó Zeng, en referencia a este tipo de empresas con capital mixto.
La nueva medida podría afectar a los grandes constructores mundiales, como el estadounidense General Motors, el japonés Honda y el alemán Volkswagen, que disponen de unidades de producción en China desde hace tiempo.
Las marcas extranjeras acaparan el 70% del mercado chino, pero deben asociarse a una compañía local para producir en China, país que destronó en el 2009 a Estados Unidos como primer mercado mundial del automóvil.
Fuente: AFP