Los talleres de concesionarios ofrecen garantía en repuestos
y mano de obra.
Independientemente de que sea un medio de transporte o una herramienta de trabajo, hoy más que nunca un vehículo representa una onerosa inversión, que necesita el mejor mantenimiento para brindar largos años de fieles servicios a su propietario.
La economía ecuatoriana y el sector automotor nacional no atraviesan su mejor momento. En el 2015, las ventas de vehículos cayeron más de un 30% en relación con el 2014, y para este año se proyecta una contracción cercana al 28% respecto del año anterior.
Ante tal escenario y mediante diferentes estrategias, las marcas que operan en el país han optado por fortalecer el servicio posventa, que actualmente constituye uno de los ejes principales del negocio automotor en el medio local.
Luis Obregón, jefe de Producto Posventa de Renault Ecuador, sostiene que en el contexto económico actual los propietarios de autos están adquiriendo una mayor conciencia sobre la importancia de dar un buen mantenimiento a sus vehículos, pues sienten incertidumbre sobre la posibilidad de renovarlos en el corto o mediano plazos.
En tal sentido, la marca francesa ha desarrollado y continúa desarrollando planes para acercar a sus talleres incluso a los propietarios de autos cuya garantía expiró y son usuarios de otros talleres.
“Además de mano de obra calificada, repuestos originales y trabajos garantizados, les ofrecemos paquetes promocionales con precios diferenciados en función de los requerimientos del vehículo por su kilometraje y de las posibilidades del cliente”, asegura Obregón.
Al igual que Renault, otras marcas han desarrollado estrategias orientadas a lograr que una cantidad cada vez mayor de usuarios utilice sus servicios posventa. Entre las principales se cuentan precios atractivos, tiempos reducidos y extensión de garantías por los trabajos realizados.
Hugo Gortaire, jefe de taller de Renault, indica que existe una percepción acerca de que los costos por servicios en los talleres oficiales de las marcas son elevados, pero es enfático al señalar que hay una tendencia a la estandarización para lograr competitividad.