En su sección sobre Transporte y Movilidad, la Nueva Agenda Urbana resultante de la Conferencia Hábitat III habla sobre la necesidad de que las ciudades proporcionen sistemas de transporte accesibles, sustentables y seguros para todos sus habitantes, mediante la transformación de los actuales modelos de desarrollo orientados al automóvil hacia modelos orientados a las personas.
En tal sentido, recomienda la planeación de una movilidad urbana sostenible, en la que los sistemas de transporte público se incrementen y se integren en una gran red conectada, que logre disminuir la demanda de vehículos privados.
En el caso de la capital, se entiende que las grandes obras de infraestructura de transporte que impulsa la Alcaldía, tales como el Metro (ya en ejecución) o los Quito Cables, están enmarcadas en esa lógica. No obstante, paralelamente a su construcción y entrada en funcionamiento el Municipio deberá desarrollar campañas informativas que destaquen la importancia de hacer uso de esos sistemas, para mejorar la movilidad urbana, y que motiven cambios a la cultura del tránsito de los ciudadanos.
Y también deberá brindar la seguridad necesaria para que las alternativas sean dignas y confiables.