La capital de la provincia de Zamora Chinchipe ocupa ambas orillas del río Zamora.
Corría el año 1981 y se había organizado una carrera automovilística en honor a los héroes de la Guerra de Paquisha. Era un rally de regularidad para autos y camionetas de uso normal que partía desde Quito, llegaba a la población de Yantzaza, cercana a la ciudad de Zamora, y retornaba a la capital.
Competían pilotos de la talla del ya fallecido Hugo ‘Chino’ Sosa, entre otros. Junto con mi hermano y un amigo participamos en esa competencia. Ni qué decir de los caminos por los que nos tocó transitar.
La catedral de Zamora es una de las mayores atracciones arquitectónicas de la ciudad.
Pero de aquellos días a esta parte, las carreteras de nuestro país han sufrido cambios importantísimos para beneficio de todos. Treinta años después visité esas tierras para revivir aquellos gratos momentos y hacer un poco de turismo. Y valió la pena.
Desde la salida de Quito, y a lo largo de toda la carretera Troncal Amazónica o E45, hasta Zamora, el camino es asfaltado. Podemos, por tanto, viajar por esa vía con total seguridad y disfrutando de los hermosos paisajes. Al regreso, tenemos la alternativa de subir desde Zamora a Loja y retornar por la Sierra, o viceversa.
Si decidimos viajar a la ida por la Sierra, desde Cuenca la carretera nos ofrece unas vistas impresionantes, ya que atraviesa cerros y valles. Desde la altura de aquellos se domina un horizonte amplísimo y diferente del que estamos acostumbrados en la Sierra centro-norte que, en cambio, está rodeada de hermosos nevados.
Llegamos a Loja, donde la amabilidad de su gente se destaca por sobre todo lo demás. Desde ahí seguimos hacia el suroriente por la avenida Isidro Ayora hasta desembocar en la carretera E50, que es la que conduce a Zamora.
Poco a poco, bajando entre follajes cada vez más espesos, en menos de una hora arribamos a esa hermosa ciudad capital de la provincia homónima.
El trayecto es muy colorido y, si miramos con detenimiento, admiraremos una infinita cantidad de flores de todos los colores, así como mariposas y aves que nos alegrarán el viaje con sus trinos.
Pequeños y medianos riachuelos y torrentosos ríos con sus límpidas aguas, nos acompañan en todo el trayecto, alegrándonos con el agradable sonido que produce su cauce al golpear contra las rocas.
Ya muy cerca de llegar a nuestro destino, desde lo alto de la carretera se observa la ciudad, enclavada en medio de la espesura. Llaman la atención dos detalles: un largo puente que cruza el río Zamora y que es el punto de partida de la carretera Troncal Amazónica o E45 desde el sur, la cual llega hasta la frontera con Colombia en el pueblo de General Farfán, y un inmenso reloj construido en la ladera de un cerro aledaño a la ciudad, tan grande que se lo ve desde varios kilómetros de distancia.
Dentro de la ciudad se aprecia una gran cantidad de monumentos a las culturas locales.
Zamora, conocida como la capital minera del Ecuador y también como la tierra de las aves y de las cascadas, es una típica ciudad de nuestra Amazonía, con un clima abrigado y húmedo. Con el paso del tiempo se ha modernizado para ofrecer todos los servicios que se necesitan en la vida actual.
Para nosotros los turistas existen diversos hoteles, hostales y “lodges” de muy buena calidad. También hay restaurantes que ofrecen todo tipo de comida.
Como parte de los muchos atractivos turísticos que ofrece la ciudad está la gran cantidad de cascadas de los diversos ríos que la circundan, y que por lo caliente de su clima son excelentes balnearios aptos para el disfrute y el relax.
Su parque principal, la iglesia catedral, modernos edificios importantes y algunos monumentos, forman parte del acervo cultural de Zamora. También existen varios complejos turísticos y deportivos, estadios, coliseos, un jardín botánico, y el refugio ecológico Tzanka, donde se pueden conocer animales y plantas de la zona sin tener que internarnos en la selva.
Por último, en los alrededores de esta importante ciudad oriental existen otras pequeñas poblaciones no menos interesantes que vale la pena visitar. Entre ellas podemos citar a Cumbaratza, Panguitza, Zumbi, Yantzaza, y la muy famosa Paquisha, que podemos conocer más fácilmente si programamos nuestro regreso por la E45 con rumbo a Gualaquiza, Macas, Puyo, Tena, Baeza y Quito.
Amigos viajeros, Zamora y sus alrededores los esperan con los brazos abiertos. Hasta la próxima.