Siempre es recomendable calentar el motor de un vehículo antes de ponerlo en marcha, especialmente en las mañanas cuando la temperatura ambiental es baja.
Esta medida de prevención garantiza que el propulsor trabaje con normalidad y evita que se deterioren sus piezas de forma tempranera. En ocasiones, al realizar este procedimiento también se pueden identificar a tiempo otros posibles inconvenientes mecánicos, como el desgaste de las bandas de distribución o de accesorios.
Si al encender el automotor se genera una especie de ‘chillido’ y se mantiene por unos segundos podría ser un síntoma de que existe un problema en alguno de estos elementos.
Edwin Cañar, jefe de Servicio de Vallejo Araujo, asegura que es trascendental llevar el vehículo a un centro autorizado para que se analice la posible causa. “Ese tipo de sonidos son alertas de que algo no anda bien. Si se pasan por alto pueden ocasionar graves daños en un vehículo”.
Pero, ¿qué son y qué tipos de bandas existen?
Todos los automotores cuentan con dos clases de bandas, las primeras son llamadas de accesorios y son aquellas que hacen funcionar al aire acondicionado, que mueven la
bomba hidráulica del sistema de dirección y del alternador.
El segundo tipo es la correa de la distribución que está encargada de sincronizar los tiempos del motor, la apertura y cierre de las válvulas de admisión y escape y la función del encendido del propulsor. Esta banda puede ser de caucho o también puede ser una cadena metálica que cumple con la misma función. Con la segunda opción, los cuidados preventivos son casi nulos a excepción de que exista algún sonido en particular.
Cañar dice que en el caso de las bandas de caucho, sean de accesorios o de la distribución, deben ser reemplazadas cada
65 000 kilómetros según manda el manual del fabricante.
“Si nos pasamos de ese límite corremos el riesgo de que la banda, por el calor del motor y su desgaste natural, se empiece a resquebrajar o hasta se rompa. Si esto ocurre se pierde toda la sincronización del motor, es decir, que el pistón pueda golpear con la válvula y el motor pueda colapsar”, añade.
En cuanto a las cadenas de distribución, el experto aseveró que no existe un tiempo de duración y que en los manuales se señala que no se deberían cambiar. Estas duran mucho porque están refrigeradas y lubricadas por el aceite de motor. Otro de los riesgos que se corre por no atender pronto una de estas alertas, por ejemplo, es que se rompa la banda de la bomba hidráulica y se endurezca la dirección. Este escenario, en un viaje largo o en un desplazamiento a alta velocidad, podría ser el causante de un accidente grave.
¿De qué depende que un vehículo incorpore una banda de caucho o una cadena de distribución?
Cañar señala que, generalmente, los vehículos que generan un mayor esfuerzo en sus sistemas de propulsión son los que requieren una cadena de distribución.
Los vehículos de menor cilindrada no la necesitan, pues su motor realiza un menor trabajo al estar destinado a desempeñarse en la ciudad o no tener que cargar demasiado peso a diferencia de los SUV o de las camionetas de trabajo pesado. Es por eso que son dotados de bandas de caucho que
sí necesitan mantenimiento periódico de un especialista.