El VLF Force 1 es un Dodge Viper reinterpretado por Henrik Fisker. Su carrocería ultramoderna es de fibra de carbono. AFP y EFE
La bonanza económica que vive Estados Unidos, luego de superar la crisis del 2008, es una excelente noticia para el sector automotor de ese país. A ello se suman los bajos precios de la gasolina, que animan a los consumidores a volver a adquirir los autos grandes y poderosos, que fueron sus preferidos durante décadas.
Estos vehículos, así como los ejemplares del segmento premium, experimentaron un ‘boom’ durante el 2015, que los expertos prevén que continuará en el transcurso del 2016.
Los autos que conquistaron Detroit
Ello anima a los fabricantes locales y extranjeros a llenar sus concesionarios con ejemplares de ese tipo, a pesar de la entrada en vigencia este año de una nueva normativa gubernamental, orientada a reducir el consumo de combustible de los vehículos por kilómetro recorrido.
Todos saben que a los motores de combustión cada vez les queda menos tiempo, pero mientras tanto, los fabricantes no dejarán de atender a un mercado que aún tiene alta demanda.