La revisión mecánica debe ser completa para evitar gastos innecesarios a futuro. Foto: Ingimage
Una de las principales aspiraciones de la mayoría de personas es tener un vehículo, no importa si es nuevo o seminuevo.
Esta es una inversión que se realiza, en la mayoría de casos, con una planificación completa. No obstante, existen varios riesgos que se pueden correr al realizar la compra.
En la adquisición de un automotor intervienen varios factores a considerar: estética del modelo, estado mecánico, procedencia, entre otros detalles.
Lo primero a tener en cuenta es el lugar en el cual se va a buscar un vehículo. En la actualidad se los comercializa en patios de autos, en ferias, a través de Internet e, incluso, en
redes sociales.
En este sentido es primordial contar con el apoyo de una persona que conozca sobre autos y que pueda acompañarlo, especialmente por temas de seguridad. La revisión ocular de un ejemplar debe realizarse en el día, de esta forma se puede observar con claridad el estado de su estructura.
MÁS DETALLES
Inspección
La toma de las improntas del motor y del chasís está a cargo de empleados de la ANT o AMT. Estos pueden ayudarlo en la verificación de datos.
Si el automotor es de su agrado, es aconsejable llevarlo a un mecánico profesional para que lo inspeccione. Además, se recomienda que el potencial comprador lo conduzca para conocer si las sensaciones al volante son agradables.
Hay que tener en cuenta también el estado del volante y de la palanca de cambios, el desgaste de estos componentes debería ir acorde al kilometraje del vehículo. Si no fuera así existe la posibilidad de que este haya sido adulterado.
La adquisición de un vehículo debe cumplir parámetros de seguridad y de calidad. Foto: Igimage
Finalmente, es aconsejable investigar el estado legal del automotor. Las distintas dependencias del órgano regulador de tránsito pueden ayudarle a revisar la procedencia del auto y que los números de identificación de motor y chasís no hayan sido modificados.