Álex Quiñónez busca la medalla de oro en el Mundial de Atletismo de Doha

Noah Lyles y Álex Quiñónez se felicitan tras la semifinal de los 200 metros del Mundial de Doha, el 30 de septiembre del 2019. Foto: AFP

Noah Lyles y Álex Quiñónez se felicitan tras la semifinal de los 200 metros del Mundial de Doha, el 30 de septiembre del 2019. Foto: AFP

Noah Lyles y Álex Quiñónez se felicitan tras la semifinal de los 200 metros del Mundial de Doha, el 30 de septiembre del 2019. Foto: AFP

Álex Quiñónez ya es uno de los ocho mejores del mundo, pero subir al podio hoy es su gran objetivo. El ecuatoriano disputará, esta tarde, a las 14:40 de Ecuador, la medalla de oro de los 200 metros del Mundial de Atletismo, que se realiza en Catar, luego de su extraordinaria clasificación a la ronda final.

Corrió codo a codo con Noha Lyles, el estadounidense que es favorito al oro, pero el ecuatoriano demostró que está dispuesto a todo. Lyles registró el mejor tiempo de semifinales, 19 segundos y 86 centésimas (19.86), el de Quiñónez fue 19.95. Fue la serie más rápida de las tres que se disputaron en el estadio Khalifa, y la única en la que los dos clasificados corrieron bajo los 20 segundos.

En la zona mixta, ayer (30 de septiembre del 2019) Álex ofreció disculpas y se marchó en silencio. “Hoy no puedo hablar, hay un montón de emociones y sensaciones. Parece que voy a explotar, quiero tomarme mi tiempo”, dijo el atleta, que por segunda ocasión en su vida volverá a correr una final con los mejores del mundo.

El Álex de ayer sonreía, su rostro estaba lleno de alegría, también de emoción. Hace siete años, en los Olímpicos de Londres 2012, cuando se clasificó a su primera final con los mejores del mundo, entre ellos el jamaiquino Usain Bolt, lucía pálido, asustado. Salió de la zona mixta corriendo. No quería hablar con nadie, no quería que su entrenador le reprendiera, pues suponía que se quedó fuera de la final.

Cuando su entrenador de ese entonces, Jorge Casierra, le abrazó y le dijo que la meta se había cumplido, se asustó más. “Nunca en mi vida he corrido tres días seguidos y menos en un estadio con 50 000 personas. Yo he corrido con 60 personas en las gradas”, dijo ese Álex Quiñónez del 2012.

El 30 de septiembre del 2019, el esmeraldeño lució seguro, más sólido, con la madurez de sus 30 años. Ahora lo dirige el entrenador cubano Nelson Gutiérrez, que le dio una nueva oportunidad y juntos disputarán una final soñada. “Álex hizo una gran carrera y estamos listos para la final”, dijo Gutiérrez, ayer, a este Diario.

El ecuatoriano sumó 15 carreras este año, en estadios de 50 000 personas, por eso ya no se asusta. Corrió en los estadios de Roma, Mónaco, Lausana, Rabat, Doha, París y Londres. Sumó puntos y lugares en el podio que le permitieron liderar la clasificación de la Liga de Diamante. Al final no la ganó porque prefirió guardar toda su energía para el Mundial de Atletismo, cuentan sus allegados.

Llegó a Catar con la confianza de correr otra vez tres días seguidos y subirse al podio mundial luego de su victoria en los Juegos Panamericanos de Lima, en julio pasado.

El esmeraldeño llega con el segundo mejor tiempo en la primera ronda y también en las semifinales.

Tendrá como rivales esta tarde al turco Ramil Guliyev, que este año tiene 19.86, como su mejor marca. Quiñónez batió la marca nacional con 19.87.
El canadiense André De Grasse hizo este año el mismo tiempo que Quiñónez, mientras que el chino Zhenye Xie, registra 19.88.

Sus otros rivales serán el británico Adam Gemile (20.03), el canadiense y Kyle Greaux (20.24), de Trinidad y Tobago.

Ecuador, en su historial deportivo en Campeonatos Mundiales de Atletismo, tiene cuatro medallas: 3 de oro y 1 de plata. Todas las ganó Jefferson Pérez Quezada en los 20 kilómetros

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