De una casa familiar de 600 metros cuadrados, el arquitecto Marcelo Hübenthal obtuvo dos residencias funcionales. Fotos: Galo Paguay / EL COMERCIO
La fachada es la de una gran casa de estilo europeo, que por dentro acoge a dos viviendas completamente independientes en las que confluyen estilos clásicos y lo moderno.
La casa familiar del arquitecto Marcelo Hübenthal, ubicada en Cumbayá, fue construida en 1989, alrededor de las palmeras y jardines que crean un aire campestre y la sensación de estar alejados de la ciudad.Tenía cuatro habitaciones, una gran cocina, un estudio, una oficina y un cuarto de huéspedes, pero la vivienda quedó grande para su madre.
Tras estudiar y trabajar más de 10 años en Alemania, Hübenthal se inspiró en los conceptos de optimización de recursos y espacios que se practican en Europa para la construcción. Especializado en restauraciones, puso en práctica esas ideas para remodelar y optimizar la vivienda familiar.
Los ambientes se conectan a los jardines gracias al vidrio y a la puerta giratoria.
Es así que, de la casa, con un área de construcción de 600 metros cuadrados, se dividió en dos viviendas: una en la que vive junto a su esposa y dos hijos, de 240 metros cuadrados, y otra para su madre.
Para ello hizo una división vertical partiendo la casa desde la mitad. La parte en la que antes se ubicaba la oficina de su padre, el cuarto de huéspedes y el baño social, ahora son la sala, el comedor y la cocina de su actual vivienda. Adicional hizo tres extensiones, una al ingreso, otra para el estudio que da hacia el jardín y una para el área de barbacoa.
Las luces de la vivienda se generan con paneles solares.
Los elementos modernos se visualizan en esos tres espacios: cuentan con una estructura metálica con vidrio templado para alcanzar amplitud, luz y claridad. Pero la idea también era diferenciar los ambientes, así que el arquitecto optó por colocar una variedad de pisos. En los ambientes del ingreso, sala y comedor mantuvo el piso clásico de chanul de la construcción antigua; mientras que en el estudio colocó piso de bambú en un tono más claro. La cocina tiene un piso de porcelanato líquido que se caracteriza por su resistencia y a la vez se pierden las divisiones, logrando un piso totalmente liso.
La zona BBQ es una de las extensiones de la vivienda. En los muebles se utilizó madera de pino que salió del techo de la casa antigua.
En el área de asado se colocó un piso de porcelanato tradicional con acabado maderado que combina con la madera natural visible en los muebles también diseñados por Hübenthal. El blanco predomina como color base en los ambientes logrando ese estilo moderno pero los toques de color están en el mobiliario, en recuadros y decorativos.
El vidrio y metal se usaron para crear un estilo moderno.
El arquitecto cuenta que era importante aprovechar cada espacio y los recursos de la misma obra antigua. Esto le permitió ajustarse al presupuesto y reutilizar materiales.
Se recicló madera de pino que salió del techo. Aquello fue la base para fabricar los peldaños de la escalera caracol, pensada para ahorrar espacio.
Además, para las puertas de los muebles de la zona BBQ, la favorita de la familia. Se conservó también un muro de piedra que es parte del estudio. Las puertas de madera de laurel son pivotantes. Una lámpara que era parte de la antigua oficina de su padre fue pulida y restaurada. Ahora le da un toque metálico y de brillo al comedor.