La iluminación con sensores es una alternativa decorativa y funcional en el baño

La luz con sensores alrededor del espejo del baño crea un punto focal. Foto: Pavel Calahorrano / EL COMERCIO

Además de ser estéticos, los sistemas de iluminación responden a las necesidades de cada espacio de la casa. El baño no es la excepción. En este como en otros sitios, la luz tiene doble rol: es decorativa y funcional.

Lo de hoy son los sistemas con sensores de movimiento, que se pueden implementar, por ejemplo, alrededor del espejo, explica Humberto Chávez, gerente de Top Line.

“La iluminación en este sitio de la casa es tan importante como en cualquier otro. Aquí también se debe pensar en la entrada de luz natural y, por supuesto, en que esta se complemente con un sistema lumínico indicado”.

El profesional recomienda los sensores en el marco del espejo, debido a que las actividades que se realizan cerca de este lugar son varias. Esto, además, tiene un efecto estético que se conjuga con la amplitud que sugiere el reflejo del espejo.

Esta alternativa, asegura, además es una forma de utilizar la luz únicamente durante el tiempo en que se realiza la actividad, sin el peligro de olvidar focos encendidos y desperdiciar energía, “ya que se apagará en cuanto no haya actividad en la zona”.

“La luz dispuesta alrededor del espejo creará un ambiente apacible y relajante, además de que facilitará las actividades alrededor del lavamanos”.

El aporte estético de este sistema, explica Chávez, se agudiza durante la noche, ya que crea un punto focal en una de las paredes. Por esta razón, su recomendación es implementar la alternativa en el baño social.

La interiorista Carolina Zambrano explica que esta opción es una tendencia no solo a nivel residencial sino también comercial e institucional.

“En el primer caso lo recomendable es la luz blanca o amarilla para lograr un toque tenue y acogedor. En el caso comercial e institucional se pueden aplicar luces de colores que aporten con la identidad de la empresa o negocio”.