Una hostería apostó por la materialidad de la zona

En los tumbados de la hostería resaltan las vigas de pino.

En los tumbados de la hostería resaltan las vigas de pino.

La Hostería Tatis se levanta junto al junto al estero Tachina, en una zona dedicada a la pesca y agricultura. Tiene la forma de una choza gigante. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO

Los ladrillos de color rojizo y la infraestructura de madera que sobresale en los acabados llama la atención de los visitantes cuando dirigen la mirada hacia la fachada de las cinco edificaciones.

La Hostería Tatis combina el concepto de modernidad con lo tradicional del sector rural de Esmeraldas, mediante una fusión de hormigón y eucalipto tropical. Este edificio se levanta junto al estero Tachina, en una zona dedicada a la pesca y agricultura, en el paso que conduce al aeropuerto Carlos Concha Torres de Esmeraldas.

El inmueble principal tiene la forma de una choza gigante, con paredes de ladrillo a los costados. La fachada está forrada de vidrio tipo espejo, donde se refleja la flora de la zona. El uso de ventanales amplios con marcos sobrepuestos, elaborados con barrotes de madera gruesa, da la sanción de estar al interior de una verdadera fortaleza.

En los tumbados de la hostería resaltan las vigas de pino.

Las puertas de las habitaciones también mantienen ese concepto. Usan la madera de eucalipto para mantener el aspecto del campo, para emular las casas tradicionales.
Algunas habitacionesmantienen el uso del piso elaborado con duela de madera, en el que resaltan acabados en laca brillante para mejor aspecto.

Los detalles de interiores están basados en evidenciar la madera de pino, utilizada en la decoración de baños, dormitorios, espejos y la estructura del techo, que además está recubierto con teja.

Las rendijas, entre uniones del ladrillo y los troncos, están cubiertas con cabos dorados para resaltar el matiz de la viga y el bloque.Los pasillos externos cuentan con lámparas tipo faroles forradas con madera y camineras de arcilla, cemento y cerámicas en ciertos espacios.

Gorky Vaca, diseñador y administrador del sitio, explica que la construcción fue pensada para rescatar la arquitectura ancestral mediante la utilización de materiales del medio, como la madera de eucalipto, por ejemplo.

El ladrillo es protagonista en estas construcciones.

Los rincones de los pasillos cuentan con antiguos pilotes utilizados para quitar la cáscara al arroz y los mazos manipulados para golpear la gramínea.Esos elementos evocan las tareas del campo del hombre de la zona, dedicado al cultivo de ese producto. También hay una réplica de un antiguo trapiche de caña de azúcar.

Las palmeras son parte de la decoración y están ubicadas en cada uno de los recovecos de la hostería. Todo el ladrillo usado en la construcción es elaborado por artesanos que reutilizan el material arcilloso cercano al sitio y el aserrín de las fincas aledañas.

Otro de los objetivos de los propietarios es ofrecer a los turistas espacios acogedores para el descanso, que evoquen la tranquilidad del campo. Por eso se aprovechan los árboles frutales del área como parte de la decoración natural del parador, que cuenta con la denominada casa del árbol, con acabados en eucalipto tropical.

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