Los ‘gamers’ cuentan ahora con una silla diseñada exclusivamente para su uso. Tiene soportes y reposabrazos regulable. Foto: Tomada de IKEA
Siete horas a la semana es el promedio de tiempo que jóvenes mayores de 18 años, de países como Alemania, Francia, India, Italia, Japón, Singapur, Corea del Sur y Estados Unidos dedican a los videojuegos. Conscientes de aquello empresas locales e internacionales ofertan mobiliario y complementos especiales para los denominados’ gamers‘: hay sillas y mesas acondicionadas para proporcionar confort hasta por ocho horas diarias. Entre los complementos destaca un reposamuñecas.
En Ecuador, en Auron Oficinas, por ejemplo, hay una silla diseñada especialmente para los amantes de los videojuegos que soporta hasta 150 kilogramos y que cuenta con reposabrazos, regulaciones y apoyo en la zona lumbar y cervical. Este último recurso permite inclinar el cuerpo durante las horas de juego. Todas esas características, cuenta el ingeniero Fernando Mera, evita dolores musculares o lesiones por adoptar una mala postura durante mucho tiempo.
Las sillas para ‘gamers‘ están elaboradas con aluminio, poliuretano y espuma inyectada, que puede durar hasta 20 años. El diseño, apunta Mera, es parecido al asiento de un auto, pues cuenta con un cabezal más alto para brindar apoyo. Está diseñada también para personas de más de 1,50 metros de altura.
En España, Ikea desarrolla una línea especial para jugadores de videojuegos profesionales después de atender las necesidades de los aficionados con consejos de decoración. Para eso la empresa sueca se alió con UNYQ, una empresa de wearables para lanzar UPPKOPPLA, una nueva serie de productos para esos jugadores.
Mediante impresión 3D, la compañía con la que trabaja Ikea se dedica a la creación de prótesis y brazos para personas que sufren escoliosis, y lo interesante es que la compañía dispone de un método para escanear el cuerpo de la persona y crear dispositivos adaptados. Por esa razón se espera mobiliario que se adapte a las necesidades de cada usuario.
En el país, las sillas especializadas para esos jóvenes cuestan entre USD 320 y 600. El valor depende del lugar de procedencia, de los materiales con los que está elaborada y de los años de garantía.