Los tonos vivos se imponen en el diseño interior. Foto: Cortesía Kare Design
Espacios más ‘vivos’ y con vitalidad se imponen con el uso de tonalidades fuertes y vibrantes. Amarillo, naranja, coral, azul y verde son algunos de los tonos que están en la lista de los preferidos en el diseño interior de hoy.
Aunque los colores neutros no dejan de ser los favoritos, los detalles en tonos vivos son cada vez más frecuentes en las estancias de la casa.
La arquitecta de interiores Carolina Cornejo menciona que este tipo de colores dan fuerza a los espacios pero, para lograr efectos positivos, se debe conocer cómo aplicarlos. Aquello es indispensable para no generar espacios muy sobrecargados y pesados.
Recalca que los colores tienen efectos en el estado de ánimo de las personas y de ahí la importancia de saber elegirlos y decidir cómo aplicarlos.
El color azul es uno de los favoritos para este año. Es ideal para aportar elegancia en los espacios.Fotos: Cortesía Pinturas Cóndor
Por ejemplo, los tonos tierra, beige, coral o verde están relacionados a un estilo boho, mientras que los grises, blancos y negros se relacionan con lo minimalista y moderno.
En el caso de los azules, la especialista señala que cada color tiene diferentes gamas, por eso su uso y efecto serán diferentes.
Un azul oscuro servirá para brindar sobriedad y elegancia, por lo que se lo aconseja para áreas sociales. En cambio, un azul bajo es ideal para el dormitorio ya que este color está asociado a sensaciones de calma y descanso.Un efecto similar tienen los verdes. En sus tonalidades más bajas se los aconseja para sitios de descanso, ya que favorecen la tranquilidad y dan una sensación de bienestar.
En estos espacios no se aconseja el uso de tonos fuertes como el rojo, el naranja o el amarillo, ya que sus efectos están ligados a la energía, creatividad y alegría. Por eso, según la experta, este tipo de cromática va bien en pequeños detalles en espacios como la sala de estar, la cocina o el comedor.
Tampoco los recomienda aplicar en toda una pared sino en puntos decorativos como cuadros, cojines o pequeño mobiliario como ‘puff’ o poltronas. Estos colores combinan con blanco, beige o gris.
Los tonos verdes se recomiendan para sitios de descanso y áreas sociales.
Según María Caridad Navarro, diseñadora de interiores, la paleta cromática a escoger también dependerá de la cantidad de luz natural y artificial. Por eso, si es un espacio reducido y con poca luz, no se aconseja el uso de colores fuertes.
Si el sitio tiene una gran ventana y suficiente ingreso de luz, los colores se destacarán en detalles o en artículos de decoración. En este tipo de sitios se pueden colocar tonos oscuros como el negro para lograr profundidad o para resaltar un área en especial.
Si el espacio es reducido, lo ideal es elegir colores claros ya que generan un efecto de amplitud. El tono fuerte deberá estar presente en ropa de cama, cortinas y cojines. Para estancias como la cocina, los colores vivos pueden aplicarse en electrodomésticos y utensilios y, además, en mantelería, servilletas y vajilla.
Las especialistas recomiendan guiarse por el estilo de la vivienda y el efecto que se quiera lograr para elegir la paleta cromática que permita armonizar el ambiente y destacar la personalidad delhabitante.