El proceso de maderado de aluminio inicia con la llegada de los perfiles de aluminio hasta la planta. Foto: Cortesía Cedal
La perfilería y otros productos de aluminio tienen un amplio uso arquitectónico y estructural. Este material también puede adquirir un acabado maderado, que se adapta a los requerimientos de cada edificación y a la complejidad de los diseños de las construcciones.
Con este tratamiento también es posible la aplicación de aluminio en acabados, por sus cualidades estéticas y considerando que la madera es un material atemporal, que siempre está presente en las construcciones, especialmente en viviendas.
En las casas con un estilo contemporáneo o clásico, por ejemplo, este material es ideal para la perfilería de ventanas. Otorga un toque de calidez y elegancia.
El color de la madera otorga calidez a los diferentes ambientes de la vivienda. Foto: Cortesía Cedal
Martín Burbano, jefe de la planta industrial de Latacunga de Cedal, indica que el trabajo en el material se realiza en una factoría automatizada para el proceso del maderado de aluminio. Este proceso integra controles de calidad, utilizando tecnología de punta y procesos que contribuyen al cuidado medioambiental.
El proceso de maderado de aluminio inicia con la llegada de los perfiles de aluminio hasta la planta. La perfilería llega en color marrón, que es la base para lograr el acabado con apariencia de madera, explica Burbano.
Los perfiles ingresan a la máquina embolsadora, en la cual son empacados al vacío, adhiriéndose el film (funda) al metal pintado. Posteriormente, estos perfiles enfundados ingresan al horno de curado hasta lograr una temperatura de 200 °C en la superficie del perfil.
Este proceso demora entre 6 y 14 minutos, dependiendo de la masa que posea el perfil de aluminio. Es así que, mediante un proceso de sublimación, se transfiere la tinta tipo madera del film al perfil previamente pintado.
Finalmente, se desenfundan los perfiles y se comprueba el color maderado deseado. Una vez culminado este proceso, el material está listo para ser empacado y distribuido.
Según Burbano, diariamente se estima una producción de 2 100 kilos de aluminio maderado para abastecer al sector de la construcción. “Cabe destacar que cada etapa de todo el proceso es monitoreada bajo estrictos controles de calidad, que son avalados por laboratorios certificados”.
Para Cedal, la implementación de este material constituye un compromiso con el cuidado del ecosistema, ya que con ese se podría reducir el impacto medioambiental por tala de árboles.