En octubre del 2011, en el Ministerio de Turismo y Salud Pública, tuvieron la magnífica idea de controlar el funcionamiento de servicios higiénicos y baterías sanitarias en los establecimientos turísticos, con aplicación al sector público, privado y comunitario.
Feliz, pensé que la disposición ya se había cumplido e ingresé a los oscuros servicios higiénicos de la terminal terrestre de Baños. Para poder usarlos, compré el papel a una señora que, a la vez, vendía dulces. Al entrar, además del olor nauseabundo, encontré que unos hombres estaban ahí dentro. Salí de inmediato pensando que me equivoqué pero la señora me dijo que era un baño mixto. Volví y constaté que las baterías sanitarias para hombres y mujeres estaban juntas. Había también una especie de lavabo con poca agua y una toalla que algún día fue roja y no me atreví a tocarla porque ahora era café.
En las bombas de gasolina de Petroecuador, el panorama no es diferente, en la mayoría de ellas las cerraduras de las puertas de los SSHH no sirven y para usarlos hay que seguir estas instrucciones: Con la mano izquierda sostenga la puerta, con la derecha haga el resto y cuando termine, use la cabeza, mientras acomoda su ropa.