Guagua centros

Todos los días mi ruta al trabajo describe un semicírculo en un redondel concurrido al norte. Todos los días tenía el alma en un hilo, porque en el parterre dos hijos de la vendedora de una caseta de caramelos, de entre 2 y máximo 4 años, caminaban con precario equilibrio sobre el filo del parterre y a pocos centímetros los autos se precipitaban a toda velocidad, para no perder la luz verde.

De un tiempo acá los pequeños ya no estaban. Veía solo a la madre colocar todos sus productos, como todas las mañanas, en la caseta que se convirtió en su lugar de trabajo. Ya se mueve más rápido sin estar pendiente de sus dos niños. Llevada por la curiosidad y la preocupación, el último viernes me detuve y le pregunté ¿Qué pasó con los niños?
Ella me contestó que están en una guardería mientras ella trabaja. Ahí les hacen jugar y parvularias especializadas les enseñan lo que tienen que saber para su edad. Además, les dan cuatro comidas, les enseñan manualidades y hasta algo de inglés, me comentó la vendedora que ahora sé que se llama Gisela.

Antes de que se me ocurriera que su negocio está muy rentable, Gisela sonrió y me explicó que era una guardería gratuita que forma parte de los programas del Municipio de Quito, me habló de los Guagua Centros. Me pareció muy interesante e investigué sobre estos lugares. En realidad, garantizan un buen cuidado, seguridad y educación para los niños en infraestructuras de calidad. Esto permite que los padres puedan trabajar y los niños crecer con educación.

Suplementos digitales