¡Tienes el cuerpo perfecto!

Un cuerpo saludable se logra con ejercicio y alimentación equilibrada, pero también con paz mental. Foto: Pexels.
¡Sí! Así como lo leen, tu cuerpo, el de Juan, el de Felipe, el de Rosa y el de todos son perfectos. ¿Me equivoco? Recordemos cómo era la vida antes de las famosas redes sociales.
Hombres y mujeres caminaban felices con su par de rollitos por ahí. Y no, no eran obesos ni tenían sobrepeso. Tampoco vivían acomplejados. Estoy segura de que muchos de ellos hacían ejercicio con frecuencia y que tenían a su mente mucho más relajada que nosotros.
Y es que un cuerpo perfecto, para mí, es sinónimo de saludable, y ese tiene diferentes formas y colores, y muchas veces carece de ese bendito abdomen marcado o de esos glúteos grandes que tanto nos obsesionan. Las formas son infinitas; van más allá de las que vemos en Facebook o Instagram. Muchas de esas, por cierto, son producto de retoques dentro de quirófanos.
Después de recurrir a las fajas que nos robaban el aliento y a las dietas restrictivas, y tras la llegada del covid-19, finalmente entendimos que un cuerpo perfecto es simplemente el que está saludable, es decir, el que está en constante movimiento, el que descansa lo suficiente y el que prioriza el consumo de productos naturales y nutritivos para alimentarse; independientemente de cómo se vea.
Pero, ¡tranquilos! Que si hacemos ejercicio y comemos equilibradamente obviamente estaremos en forma y lo mejor, libre de enfermedades.
Entender esto es importante para darle paz a nuestra mente, llena de complejos y prejuicios, producto, precisamente, de esa vorágine que se vive en redes sociales y que aumenta con el paso de los días.
¿Cuántos de nosotros hemos recurrido a una prenda de una talla superior o inferior a la nuestra para cubrir nuestras ‘imperfecciones’? o ¿cuántos de nosotros nos hemos rechazado frente al espejo? Si alguno de nosotros forma parte de ese grupo es hora de parar y de aceptarnos.
Es tiempo de dejar de compararnos y de vivir anhelando el cuerpo de otra persona. Si estamos inconformes con nuestro peso porque nos impide movernos, por ejemplo, entonces hagamos algo para solucionarlo: caminemos, salgamos a pedalear, saltemos la cuerda. Pero mientras llega lo que esperamos disfrutemos del proceso y de nuestro cuerpo, porque es bello y único.
¿Aún con los rollitos? Pue sí. Porque para lograr que la piel se pegue a nuestros músculos se requiere de un porcentaje de grasa inferior al 12%, es decir, similar al de un deportista profesional. Y para convertirnos en uno de ellos necesitamos entrenar hasta tres veces al día, suplementarnos y más.
Creo que la mayoría de nosotros trabaja, estudia, tiene hijos y más responsabilidades; así que siéntanse satisfechos con sumar su hora de entrenamiento al día y con llevar un plan de alimentación equilibrado. Con ello estarán cumpliendo la tarea.
¿Qué opinan ustedes? Los leo en pgavilanes@elcomercio.com