Sudán, un país ubicado al noreste de África, atraviesa una de las peores crisis humanitarias de los últimos años. Los combates entre las Fuerzas de Apoyo Rápido (FSR) y las Fuerzas Armadas Sudanesas (FAS), que comenzaron en la capital, Jartum, el 15 de abril de 2023, se han extendido por múltiples partes del país, desencadenando una emergencia humanitaria sin precedentes. ¿Qué está ocurriendo en Sudán a más de 500 días de guerra?
10 millones de personas se encuentran sin hogar
La violencia en el país ha creado la mayor crisis de desplazamiento del mundo: más de 10 millones de personas, o una de cada cinco personas en Sudán, se han visto obligadas a huir de sus hogares, muchas de ellas enfrentándose a desplazamientos repetidos, según Naciones Unidas.
El campo de tránsito de Ambelia, en Chad, se estableció para acoger temporalmente a refugiados sudaneses, incluidos heridos de guerra. Foto: Corentin Fohlen/Divergence
Violencia, tortura y abusos
Hospitales atacados, mercados bombardeados, casas arrasadas hasta los cimientos. La mayoría de los y las pacientes que trata Médicos Sin Fronteras (MSF) son por explosiones, disparos o apuñalamientos. El conflicto ha dejado fuera de servicio casi el 80% de los centros de salud, según la Organización Mundial de la Salud, paralizando un sistema sanitario ya en dificultades. Sólo en El Fasher, capital del estado de Darfur Norte, las instalaciones apoyadas por MSF fueron atacadas 12 veces y sólo un hospital público sigue funcionando parcialmente con capacidad para realizar intervenciones quirúrgicas desde que los combates se intensificaron en la ciudad en mayo. Las partes beligerantes, y los Estados miembros con influencia sobre ellas, deben garantizar la protección de los civiles, el personal sanitario y las instalaciones médicas.
Equipos de MSF reevalúan los daños en un centro de salud apoyado por MSF en Sudán, tras un incidente de saqueo y asalto. Foto: MSF
Cada vez más niños y niñas desnutridos
Mientras las soluciones políticas a la crisis se tambalean, la desnutrición aumenta en medio del incremento de los precios de los alimentos y la falta de suministros humanitarios. En el campamento de Zam Zam, en Darfur Norte, la situación es catastrófica y los suministros terapéuticos se están agotando. MSF es una de las pocas organizaciones que queda para tratar la desnutrición. Además, los centros de alimentación terapéutica de MSF para pacientes hospitalizados en otras zonas de Darfur como El Geneina, Nyala y Rokero están llenos de pacientes, y lo mismo ocurre en los campos de refugiados donde la organización opera en el este de Chad. Desde el inicio de la guerra hasta junio de 2024, MSF ha tratado a 34.751 niños y niñas con desnutrición aguda en Sudán.
MSF gestiona una clínica en el campo de Zam Zam, en Darfur Norte, que alberga a más de 300.000 desplazados internos. Los equipos de MSF ofrecen servicios ambulatorios de alimentación terapéutica. Foto: Mohamed Zakaria
Brote de cólera
El cólera añade un reto más a la crisis de Sudán y al diezmado sistema sanitario, que ya lucha contra el aumento de la desnutrición infantil, el elevado número de heridos de guerra y los casos regulares de enfermedades prevenibles. En agosto, las autoridades sudanesas declararon un brote de cólera, que actualmente afecta gravemente a los estados de Kassala, Gedaref, Río Nilo, Al Jazirah y Jartum. Según el Ministerio de Sanidad, se han registrado más de 5.000 casos de cólera y 191 muertes. En la segunda quincena de agosto los casos semanales de la enfermedad se multiplicaron por cuatro. Los casos de cólera no son infrecuentes en Sudán, pero este es el segundo año desde el comienzo de la guerra en abril de 2023 que el país se enfrenta a brotes de la enfermedad. Durante los dos últimos años, los equipos de MSF han participado activamente en las respuestas de emergencia para mitigar su impacto.
MSF y el conflicto en Sudán
MSF es una de las pocas organizaciones internacionales que trabaja a ambos lados del conflicto en Sudán. Actualmente dirige y apoya proyectos médicos, que incluyen más de 20 clínicas de atención primaria y hospitales en 8 de los 18 estados de Sudán. Emplea a 926 trabajadores sudaneses y 118 internacionales, y ofrece incentivos a 1.092 empleados del Ministerio de Salud.