El guapo de la barra

Lo que otros callan por temor o timidez, aquí se lo dice sin anestesia. Es comentarista de fútbol de EL COMERCIO.

Alejandro Ribadeneira

Licenciado en Comunicación Social por la Universidad Central. Es periodista desde 1994. Colabora con el Grupo El Comercio desde el 2000 y se ha desempeñado en diversos puestos desde entonces. Actualmente ocupa el cargo de Editor Vida Privada.

¡No abandonemos a la Tricolor Sub 20!

Los jugadores de Ecuador posan para las cámaras antes del cotejo contra Corea del Sur el martes 11 de junio del 2019 en la Arena Lublin, por las semifinales del Mundial Sub 20 de Polonia. Foto: @FEFecuador

Los jugadores de Ecuador posan para las cámaras antes del cotejo contra Corea del Sur el martes 11 de junio del 2019 en la Arena Lublin, por las semifinales del Mundial Sub 20 de Polonia. Foto: @FEFecuador

Lo peor que puede pasar es que, dentro de cinco años, cuando se haga un recuento de cómo les fue a los mundialistas de la Sub 20 después del torneo en Polonia, nos topemos con que estos estupendos jugadores fueron abandonados y acabaron de suplentes en equipos mediocres, sin opciones reales de progresar, borrados de las siguientes convocatorias nacionales por su falta de actividad o, simplemente, retirados del fútbol y desencantados del deporte y la vida.

El proceso, el verdadero, no acaba ahora. Todo el esfuerzo de recorrer el país en busca de los mejores juveniles, de recolectar estadísticas y videos, de charlar y de llorar, tiene auténtico sentido si la mayoría logra despuntar en el profesionalismo y construye una carrera digna de imitarse por los que vienen detrás. Procesos como el que ha encabezado el profesor Jorge Célico no se hacen para armar una selección y ya, sino que se cumplen para algo más grande. Dejar a los jugadores a su buena estrella equivale a la locura de un campesino que siembra con denuedo, pero que luego se marcha a casa porque piensa que la cosecha se hará sola.

Por supuesto, la actuación de la Sub 20 nos deja otras lecciones. Por ejemplo, es más valioso aprender compitiendo que acudir a un torneo con la cerviz inclinada de antemano. También, que es posible ser campeones de América del Sur sin haber nacido en Buenos Aires, Montevideo o Sao Paulo. Además, el equipo siempre es más importante que la individualidad. Y que se puede perder, pero con dignidad.

Ojalá los clubes, los agentes y las familias de cada uno continúen con el proceso y tengamos a casi todos estos jugadores convertidos en embajadores de nuestro fútbol.

Twitter: @guapodelabarra

Los jugadores Sub 20 de Ecuador. Foto: @FEFecuador