Los proyectiles antidisturbios fueron dirigidos al cuerpo de seres humanos; ¿por qué? Hordas repartieron llantas y gasolina para colapsar vías; ¿quién puso las volquetas y camionetas? Botellas cargadas con gasolina y retazos de telas fueron encendidas sobre neumáticos en la Contraloría, ¿qué ocurrió?
El 12 de octubre del 2019, Quito, la capital de Ecuador, fue sitiada en medio de la protesta social en contra del Decreto 883, que por 14 días elevó los precios del diésel y la gasolina extra en Ecuador como medida gubernamental frente a la situación económica (se eliminaron los subsidios).
Ciudadanos fueron forzados a refugiarse en casa, luego de nueve días de protestas, sin transporte público, sin locales abiertos para abastecerse, sin productos en las perchas, sin que ninguna de las partes se escuche, con toque de queda militar.
Las manifestaciones solo concluyeron la noche siguiente con la derogatoria del Decreto 883, pero luego de 11 días de un paro nacional que dejó graves pérdidas humanas (19 personas perdieron un ojo y nueve fallecieron en el contexto de las protestas; hubo retenciones arbitrarias, personas vejadas), económicas (pozos petroleros afectados), productivas (saqueos, destrucción y bloqueos), entre otras. USD 821 millones irrecuperables, según el Banco Central.
Este 12 de marzo se cumplen cinco meses del incendio en la Contraloría, del impacto en la cabeza que segó la vida de Edgar Yucailla en las inmediaciones de El Arbolito, del atropellamiento con muerte de Abelardo Vega en el mercado Mayorista, de los disparos de bombas lacrimógenas que hicieron que Jhajaira Urresta y Lorena (adolescente de 16 años) perdieran su ojo izquierdo…
En la actual crisis económica, con la caída del precio del petróleo y el impacto del coronavirus (covid-19) en los mercados, octubre no puede ser un ‘déjà vu’. La principal medida que debe tomar un Estado para evitar que la violencia se repita es que sus operadores de Justicia prueben ser efectivos contra la impunidad.