Hace algunos meses me encontraba conversando en una clase con un profesor sobre la filtración de información que existe por medio de las redes sociales y aplicativos, los cuales usamos a diario, caÃmos en cuenta sobre el hecho de que muchas veces al hablar de cierto tema o marca, al abrir Facebook o Instagram, automáticamente aparece publicidad referente al tema.
Esto me pone a reflexionar acerca de que no existe en Ecuador un reglamento donde se regulen dichos términos al momento que bajamos los aplicativos debido a que 99% de las personas no para ni un segundo para leer los términos y condiciones que aceptamos. Nuestro paÃs tiene una deficiencia abismal en protección de datos, tan preocupante es la situación que rechazamos formar parte del convenio de Budapest sobre ciberdelincuencia; este es un tratado internacional que busca reglamentar y disminuir los delitos informáticos mediante la armonización de leyes entre naciones firmantes.
Vivimos en un paÃs poco desarrollado en uno de los temas más importantes de actualidad, donde el robo y la filtración de información ocurre todos los dÃas y pone en riesgo a miles de personas. No solo hablamos de información poco importante, sino de identidades completas creadas en el internet y, si vamos más allá, hasta envuelve a empresas nacionales y transnacionales. Al momento que accedemos a estas redes sociales, automáticamente estamos regalando nuestra identidad, nuestros datos.
Tenemos al mundo entero filtrado en nuestra vida, porque con el simple hecho de ver o hablar a cerca de algún tema o con subir una foto en las redes. Me preocupa saber que el mundo conoce muy poco acerca de este tema tan peligroso, estamos dando paso a personas que no tenemos ni idea de su existencia, pero nos ponemos contentos al saber que nuestros amigos saben que estamos en el bar de moda, en el viaje de nuestros sueños, y siguiendo las modas que pone el internet con nuestras propias fotos e información.