Se estima que el periodo vikingo terminó con la caída del rey Harlald ‘el Despiadado’, en el año 1066 D.C. Y, aunque los primeros prototipos de brújulas fueron fabricados alrededor del siglo , se utilizaron por primera vez para navegación en China, durante la dinastía Song entre 1 040 y 1 044. Foto: Wikicommons
Los asentamientos vikingos se expandieron, durante buena parte de la Edad Media, por buena parte de la zona norte de Europa. Llegaron incluso a zonas de Sicilia y de África del Norte, pasando por buena parte de las islas que conforman hoy el Reino Unido, así como por una enorme parte de la región escandinava. En Europa Oriental, incursionaron en la zona del Mar Negro y, en Francia, se asentaron en Normandía. Más hacia el norte, colonizaron Islandia y Groenlandia e incluso llegaron a Vinland, unas islas de América del Norte en lo que hoy se considera territorio canadiense.
¿Cómo hicieron todos estos viajes? Buena parte eran travesías por los mares helados del Norte de Europa y el océano Atlántico. Los vikingos eran excelentes navegantes. Sin embargo, ¿cómo lograban ubicarse tan bien en los mares si no habían desarrollado un sistema de compás magnético o brújulas?
Se estima que el periodo vikingo terminó con la caída del rey Harlald ‘el Despiadado’, en el año 1 066 D.C. Y, aunque los primeros prototipos de brújulas fueron fabricados alrededor del siglo , se utilizaron por primera vez para navegación en China, durante la dinastía Song entre 1 040 y 1 044. La tecnología de los chinos no alcanzó a llegar a los nórdicos, aunque les hubiera servido bastante para seguir expandiendo su imperio.
Pero no era que los vikingos confiaran únicamente en su instinto navegador para cruzar estas enormes distancias. De hecho, usaban otro sistema de navegación que, aunque menos preciso, funcionaba de igual manera.
Se guíaban principalmente por la posición del sol en el cielo. Sin embargo, la pregunta es cómo hacer cuando los días son nublados o llenos de neblina. En 1967, el arqueólogo danés Thorkild Ramskou descubrió unos cristales que, supuso, serían instrumentos de navegación que revelaban patrones de luz en el suelo, gracias a la polarización electromagnética, asegura el diario The New York Times.
La polarización de la luz es un fenómeno que se puede apreciar en las ondas electromagnéticas. Es cuando un campo eléctrico oscila en un determinado plano, que se llama plano de polarización. Para entenderlo mejor, quizá debieras ver escenas cotidianas en las cuales se genera.
Ahora, esta antigua teoría ha sido revivida por un estudio de la revista académica Royal Society Open Science. La investigación trazó la ruta de algunas expediciones vikingas como de las costas de Noruega hasta el sur de Groenlandia o, desde este primer punto, hasta las costas canadienses.
Los resultados muestran los modelos de navegación mediante la utilización de cristales para orientación. Asegura que, durante los periodos de equinoccio primaveral y en el solsticio de verano, nueve de cada diez viajes en bote serían existosos.