Los fuertes vientos que afectan Quito son típicos de la temporada de verano. Foto: Archivo EL COMERCIO
A cuidar las sombrillas y desempolvar las gafas, a sujetarse las faldas y los sombreros, a lucir las cabelleras desalineadas y a disfrutar que los vientos continuarán soplando, por lo menos hasta agosto.
De hecho, los vientos más intensos se presentarán en julio y agosto, explica Fabián Salas, meteorólogo del Inamhi. En Quito, en los últimos días los habitantes han sufrido los estragos de fuertes vientos y no han faltado los memes que lo registren. Pero el experto señala que es algo normal de la época seca y que no hay que preocuparse.
Primero lo primero, ¿cómo se forman ‘los vientos’? Todo se lo debemos a las masas de aire. La radiación solar calienta en distinta medida a las partes de la Tierra, porque esta se encuentra en movimiento. Entonces algunas masas de aire permanecen frías y otras se calientan. Esta diferencia de temperaturas -por la diferencia de presión entre ambas- hace que las masas de aire se muevan, fenómeno que conocemos como viento.
Salas señala que existen condiciones especiales por las que se sienten los vientos con mayor intensidad en Quito. En esta época del año, por la zona geográfica, tenemos lo que popularmente conocemos como buenas condiciones climáticas. Estamos en la época seca, a la que llamamos verano, caracterizada por la escasa nubosidad –y humedad- y en consecuencia una radiación solar que se siente más intensa por la falta de barreras.
Ahora, ¿cómo entender la formación de los ventarrones que están soplando en la capital? Hay dos componentes fundamentales para ‘entenderlos’ la dirección y la velocidad. En la Sierra los vientos tienen una dirección del oriente hacia el occidente. Mientras que las velocidades, por el momento, van desde los 30 a 40 kilómetros/ hora. Con esta intensidad es posible que se desprendan algunos árboles, como hemos visto en los últimos días, todo depende de la condición de la planta. Así que cuidado con las cabezas.
Vientos en Quito. Foto satelital: https://earth.nullschool.net
Sin embargo, no son lo suficientemente fuertes como para levantar un techo o el plástico de un invernadero –según Salas-. Para que el viento consiga esto son necesarias velocidades de entre 60 y 80 kilómetros/hora. En los valles el viento es mucho más intenso porque no existen tantas barreras que lo frenen, como sí ocurre en la ciudad. Otros lugares en los que se está experimentando este fenómeno con intensidad son Latacunga (Sierra Centro-Norte), Loja (Sierra-Sur) y Riobamba (Sierra Centro).