El clip, el plástico de burbujas y el trapeador son objetos comunes que tuvieron un inicio interesante. Foto: Captura de pantalla
Estos objetos son muy comunes, pero pocas personas conocen cómo nacieron. El primero, el clip, es indispensable en las oficinas; el segundo, el plástico de burbujas protege los materiales frágiles y el tercero el trapeador, nació inspirado en el ingenio de los militares. Esta es la historia detrás de estos tres objetos cotidianos.
El clip
Dentro de los utensilios de oficina el clip es casi indispensable. Esta pieza metálica con bordes redondos permite adjuntar papeles sin necesidad de dañarlos o perforarlos. Este objeto no tiene un solo modelo, ni forma, existen clips triangulares o con forma de lazo, pero el que usamos habitualmente es conocido como ‘clip gem’, una pieza de metal alargada con los lados redondos y dos vueltas incompletas.
Este objeto fue patentado por el noruego Johan Vaaler en 1901, aunque en esa misma época ya existía un objeto similar que prestaba las mismas funciones, según explica el ingeniero e historiador de la Universidad de Duke Henry Petroski en un artículo del portal BBVA Openmind. Según Petroski, la primera patente de un clip la tiene Samuel B. Fray, pero este objeto no estaba pensado para unir hojas entre sí, sino para adherir papel a prendas de vestir sin dañar la ropa.
Por otro lado, a finales del siglo XIX ya existían publicidades que ofertaban diseños para juntar hojas sin necesidad de coserlas o graparlas. La marca Gem, que produjo los famosos clips de bordes redondos, patentó este objeto en 1904, pero antes ya estaba registrada otra licencia de una máquina que los producía.
A pesar de esto, el origen del clip está ligado a la historia de resistencia de los noruegos. El objeto patentado por Johan Valeer fue usado como un símbolo tras la invasión de la Alemania nazi que prohibió el uso del emblema ‘H7’, que simbolizaba al rey Haakon VII, quien tuvo que exiliarse tras la llegada del nazismo. Para diferenciarse, los habitantes de Noruega usaron en sus solapas los pequeños alambres de Vaaler y así se convirtió en un símbolo nacional.
El plástico de burbujas
Este invento fue creado en 1957 con un objetivo claro: proteger los artículos frágiles y evitar el desperdicio de kilos de cartón y papel. Los inventores del plástico de burbujas fueron Alfred Fielding y Marc Chavannes. Ambos trataban de encontrar un papel tapiz que sea fácil de limpiar y por accidente, crearon este material protector y que también funciona como terapia contra el estrés.
Pero su fama se extendió junto a la creación de otra compañía: el equipo IBM 1407. Se trataba de una computadora orientada a tareas administrativas, según explica el portal web El Clarín. Antes del plástico de burbujas, objetos como aserrín, papel de diario y pelo de caballo eran utilizados para proteger los artículos frágiles.
El trapeador
Este instrumento de limpieza lo inventó el español Manuel Jalón, un ingeniero aeronáutico y oficial del ejército de aire español a mediados de 1900, según el portal ABC. Su invento ayudó a que las personas no tengan que agacharse para dejar el piso reluciente y puedan limpiar de pie. Para lograrlo adaptó un palo a tiras de algodón y un balde.
El invento del trapeador sucedió en un contexto histórico complejo – el final de la Segunda Guerra Mundial –. Por su apoyo inicial al nazismo en el conflicto bélico mundial, España se encontraba aislada de Europa como medida de prevención.
Durante esos años el ingeniero Manuel Jalón recorría Estados Unidos para aprender sobre los aviones a reacción que había comprado el ejército español. Fue en ese momento cuando vio a militares estadounidenses limpiando el suelo de los hangares con unos trapeadores incipientes, así decidió adaptarlos y mejorarlos. En 1957, Jalón patentó en España su diseño, un balde que exprimía las tiras de algodón que había adaptado a un palo al que llamó fregonas, nombre con el que se conoce a este objeto en el país ibérico.