La grupación Ska-p fue conformada en 1993 en Vallecas, Madrid. Sus temas se caracterizan por el inconformismo y su rechazo a la desigualdad y las injusticias sociales. Foto: Cortesía Show Factory

La grupación Ska-p fue conformada en 1993 en Vallecas, Madrid. Sus temas se caracterizan por el inconformismo y su rechazo a la desigualdad y las injusticias sociales. Foto: Cortesía Show Factory

Pulpul, Ska-p: ‘Las izquierdas están calladas y cobardes’

La grupación Ska-p fue conformada en 1993 en Vallecas, Madrid. Sus temas se caracterizan por el inconformismo y su rechazo a la desigualdad y las injusticias sociales. Foto: Cortesía Show Factory

Ska-p se presentará nuevamente en Quito el próximo 1 de noviembre de 2018. La banda española de punk ska inició su trayectoria en 1994 con el lanzamiento de su primer disco homónimo. Hasta la fecha han sacado otros nueve álbumes de estudio.

‘Game Over’ es el último, estrenado en 2018. EL COMERCIO conversó con Pulpul, (Roberto Gañán Ojea) sobre sus nuevos y viejos trabajos discográficos, así como de reflexiones política y sociales de la actualidad.

¿Qué es lo que más destacarías de ‘Game Over’, su nuevo álbum?

Hubo muchísimas composiciones, unas 30. Ha sido muy fácil escoger las 12 mejores. Puedes encontrar ska-punk muy duro hasta temas más relajados. Y lo que más resaltaría es la madurez. Todos pasamos de los 45 años.

Video: YouTube, cuenta: Ska-P Oficial

Cuando comenzaron Ska-p, ¿cuáles eran tus mayores referentes musicales y tus principales influencias? Desde los 90 seguramente han pasado por un proceso de apertura de horizontes musicales ¿Qué elementos nuevos han incluido en sus trabajos más recientes?

Mis principales referencias parte de los años 80. Yo escuchaba muchísimos grupos como La Polla Récords, Kortatu, Cicatriz. Eran bandas que provenían del País Vasco y fue una época muy revolucionaria. Entonces no dejaban vacías las canciones; siempre dejaban un mensaje social y político. Yo era un chaval de 15 años, lo recuerdo porque me hacía pensar, me hacía leer. La música sirvió su cometido, como detonante para que yo comenzase a preguntarme cosas. Es un poco la finalidad de Ska-p, que los chicos y chicas lean y se pregunten de dónde provienen. Hay muchísimas bandas con las que hemos compartido escenarios, grupos muy interesantes en muchísimos países en el mundo. Si me pongo a hablar de todas ellas, podría tenerme aquí tres horas.

En sus temas han tratado de todo: han alzado su voz contra el machismo, la explotación, la tauromaquia, el fascismo: ¿Qué temas quedan por tratar?

Lamentablemente, si tomamos como referencia el primer disco de Ska-p, en 1994. Vas viendo todas las problemáticas que hemos abordado y el mundo va peor hoy. Te das cuenta que intentamos concienciar a chicos jóvenes; no educar porque ese es trabajo de los padres. Pero sí poner nuestro granito de arena para que todo esto cambie. Entonces, temáticas… Todas.

En 1994 llegó su primer álbum, ‘Ska-p’. Dos años después (1996), llegó ‘El vals del obrero’. Con este segundo trabajo discográfico, los españoles fueron ganando cada vez mayor reconocimiento. Foto: Cortesía Show Factory.

¿Por qué crees que el público latinoamericano aprecia tanto la música de Ska-p?

Yo creo que se sienten identificados. Hemos nacido en España, pero todos venimos de barrios obreros. Entonces, yo creo que los más desfavorecidos son quienes se sienten más identificados. No solamente en América Latina, sino también en Europa. Lo mismo que nos pasaba a nosotros, les pasa a ellos. Cuando están sin trabajo, cuando se tienen que buscar la vida. Cuando ves que te marginan por el hecho de ser de clase trabajadora. Hemos sabido tocar el corazón de la gente.

Hace ya 10 años sacaron El Libertador. Allí haces una ovación a la revolución bolivariana. Anteriormente has dicho que la manipulación de los medios internacionales generaban una imagen errónea de Venezuela. Ha pasado el tiempo y Venezuela vive una crisis humanitaria y un éxodo nunca antes visto en América Latina. Ya no son solo los medios quienes ven la situación con preocupación; son también Amnistía Internacional, Human Rights Watch, la Organización Mundial de la Salud, entre otras ¿Ha cambiado tu posición frente a Nicolás Maduro en los últimos años?

En primer lugar, esa canción está dedicada a Hugo Chávez. Hay que ver cómo estaba Venezuela con la Cuarta República. Tengo muchos amigos venezolanos, tanto de un lado como de otro; me gusta mucho escucharles. El cambio fue radical. La Venezuela de Hugo Chávez acabó con el analfabetismo, cosa que no les interesaba a grupos de poder anteriores. Escolarizó y nacionalizó muchos sectores como la banca y el petróleo. Con eso consiguió muchísimo más dinero para inversión social. El amor de la gente más humilde hacia Chávez era impresionante, yo estuve dos veces allá.

Video: YouTube, cuenta: Tomas Rodriguez

Venezuela es muy molesta para el imperialismo, para los poderes fácticos y el poder económico. Que un país que se declare socialista y que esté cosechando sus frutos, eso fue un detonante para los ataques posteriores que ha tenido y que se mantienen hasta el día de hoy. Hay unas fortísimas sanciones económicas que no le dejan caminar.

Pero, ¿no te parece que hoy en día el gobierno de Nicolás Maduro ha retrocedido en casi todos los aspectos en los que logró avanzar Hugo Chávez?

Está claro que Maduro no es Chávez. Chávez era un titán; enfrentó todo. Maduro era muy buen asesor. Pero ahora se le ha juntado todo con la caída del precio del petróleo, que es muy importante. Y es algo que Venezuela no aprendió en su momento, que no solo se puede vivir del petróleo. Tenían que haber apostado por otros sectores. Lo hizo Chávez, pero Maduro, no. Y es lo único que le puedo recriminar. Reconozco que Venezuela no está como me gustaría que estuviese y sé que hay gente que la está pasando muy mal. Pero no me gusta poner la lupa únicamente en Venezuela, también hay que ponerla en Colombia, Honduras, Haití.

Mijaíl Bakunin escribió: “Libertad sin socialismo es privilegio e injusticia; socialismo sin libertad es esclavitud y brutalidad” ¿Qué pensamiento te trae esa frase?

Bakunin era anarquista. Y el anarquismo y el socialismo nunca se han llevado muy bien. Es una pena, pero el mejor ejemplo lo tienes en España, durante la Guerra Civil. Por un lado tenías frentes anarquistas y el Ejército Rojo que luchaban contra los fascistas, pero entre ellos mismos también se mataban, mientras Franco se frotaba las manos viendo cómo se mataban. Es el gran problema de las izquierdas: la disidencia.

En épocas de Donald Trump, de Marine Le Pen y de Jair Bolsonaro, ¿estamos en tiempos de resurgimiento de la ultra derecha? ¿Te parece que las izquierdas se han dormido en los laureles, pensaron que era una posibilidad que no iba a aparecer?

Hemos subestimado al fascismo y jamás hay que subestimarle. Incluso en España, donde estos movimientos solían estar más bajo tierra. Ahora hay un partido que se llama Vox que está creciendo mucho. Las izquierdas están calladas y cobardes, siempre como pidiendo perdón. Creo que es un error que nos va a costar caro.

¿Cómo puede la ciudadanía combatir este tipo de discursos?

Es imposible. Bajo aquí al bar y escucho hablar de política a los propios trabajadores y te das cuenta de cómo han sido adoctrinados para alabar y votar a sus propios verdugos. En casos de corrupción, los justifican y te das cuenta que es un trabajo de adoctrinamiento de muchos años ¿Cómo es posible que un trabajador explotado los defienda? Veía una noticia de cómo en Brasil, personas gais o afrodescendientes van a votar por Bolsonaro. Creo también que existe clasismo. Dan más importancia a lo que tienen que a lo que son y prefieren defender sus cosas materiales a sus propias libertades. Eso pasa cuando tienen una postura social de clase media y prefieren defender su posición de clase a su posición como personas.

¿Crees que, por lo menos en América Latina, los casos de corrupción en los gobiernos de izquierda y el mal manejo de los países son responsables por los triunfos de la derecha hoy?

Desconozco cuáles son los casos de corrupción en América Latina, pero el ser humano es fácil del corromper. Izquierdas y derechas son susceptibles a esto. Pero, por ejemplo en Brasil, lo que han hecho es quitar del medio a Lula para que no pueda presentarse a las elecciones. A él no lo dejan expresarse ni defenderse. A mí me huele a ataque del imperialismo. El imperio tiene Colombia, a través de Macri tiene a Argentina, le hace falta Brasil para abrazar a Venezuela. Esto huele muy mal. Esperemos que no haya una invasión y que ni siquiera tengan que mover un dedo los americanos.

¿Cuáles son tus percepciones de lo que se vivió con el referédum de independencia de Cataluña de 2017?

Al principio no le di importancia. No es una batalla por la que yo luche. En esta separación donde Cataluña pide su independencia, también está la oligarquía y la burguesía catalana. No es mi trinchera, por decirlo así, porque van a hacer una República y van a seguir gobernando los mismos. Pero cuando llegó el 1 de octubre, que era el día de las elecciones, y vi la reacción del Estado español contra el pueblo indefenso catalán, yo me puse a favor del referéndum. Ahí me di cuenta que no se les estaba dejando hablar. Los pueblos tienen derecho a decidir, a la autodeterminación.

Naciste en Madrid. Seguramente creciste viendo símbolos patrióticos y de veneración a la Corona ¿En qué punto de tu vida empezaste a soñar con una España distinta?

Cuando yo nací todavía estaba (Francisco) Franco. Yo nací en una España fascista, en un barrio muy precario. Y sufrí las consecuencias del fascismo siendo niño. Viví un intento de Golpe de Estado que fracasó, aunque hoy en día después de leer mucho, creo que fue un montaje para tomar una decisión pactada. Empecé muy jovencito. Estudié lo justo porque en casa no nos lo podíamos permitir. Comencé a trabajar y desde joven vi unas injusticias de clase tremendas. Y mi hacha de guerra estaba en la música. Iba a trabajar todos los días e íbamos al local a ensayar, hasta la 1 de la mañana. Llegó un día en que tuve que escoger entre la música y el trabajo y decidí vivir. Mi vida sin música sería nefasta. Pero decidí hacer música y no dejar las canciones vacías. Y no solamente este país, sino poner mi granito de arena para cambiar el mundo.

En 2013, la banda fue nominada a los Premios Grammy Latino por el álbum ‘99%’. Como respuesta, la banda pidió que le dieran el premio a Barack Obama para que lo pusiera junto al Nobel de la Paz. Foto: Cortesía Show Factory

Si hubieras vivido en la Guerra Civil Española, ¿hubieras resistido contra Franco?

Por supuesto. No me cabe la menor duda, más ahora que tengo una hija. Tú ves lo que vino después: 40 años de dictadura fascista y otros 40 de propina.

¿Hubieras peleado junto a los anarquistas de Buenaventura Durruti, junto a los marxistas de Andrés Nín o con el Ejército Republicano?

Hubiera peleado contra Franco. Una vez derrotado el golpista, que irrumpió en una Segunda República legítima, nos sentamos y hablamos. Los anarquistas, los comunistas, los republicanos y hacemos lo que queráis. Empezamos a caminar juntos porque nosotros sí nos entendemos. Pero con el fascista no hay forma de razonar. Es algo que sí me he planteado ¿Hubiese cogido un fusil? Por supuesto, por mi hija, para no dejarle un país como el que quedó.

¿Te consideras más anarquista o socialista? ¿Cuál es tu visión hoy en día?

Hace unos días, tocando en Uruguay, conocí a Pepe Mujica. Y es una persona que yo siempre he respetado mucho, no creo que sus políticas sean una amenaza al capitalismo. Sin embargo, Uruguay ha tenido unos avances sociales muy fuertes. Cuando estaba hablando con él, yo veía un antiguo tupamaro que estaba encarcelado por 14 años y dándome un discurso muy filosófico.

¿Qué pasa cuando vas madurando? Pues que vas poniendo las cosas en su sitio. Al principio yo era un anarquista muy anarquista, cuando era joven. Luego vas viendo el colorido socialista y hay cosas del socialismo que me gustan y otras que no. Pero la esencia básica del anarquismo es la doctrina política perfecta, ¿no? Pero, ¿está preparado el ser humano para ella? Y te comes mucho la cabeza y vas buscando tu sitio y tu ideología. Al final llegas a la conclusión de que eres una persona de izquierdas, que sientes empatía por los más desfavorecidos, que crees en la justicia social, que sabes que hay una lucha de clases y cuál es tu sitio. Me quedo con eso; soy una persona de izquierdas. Me quedo con lo mejor del anarquismo, lo mejor del socialismo y me lo guardo para mí.

Dices que algunas cosas del socialismo te gustan y otras no ¿Qué cosas no te gustan?

Depende muchísimo de qué tipo de socialismo. En Corea del Norte hay cosas que no me gustan. Son muy herméticos y muy tradicionales y no sé realmente qué está pasado allí dentro. Nadie lo sabe en realidad, pero los medios sí (risas). Es muy gracioso, los ponen como demoniacos pero nadie sabe lo que pasa. Luego, el socialismo de Cuba, del cual hay muchas cosas que me gustan. Pero no me gusta que haya un partido único. Luego te vas a Venezuela y sigue siendo un país capitalista rumbo al socialismo. Posiblemente es de lo que más me convence, pero todavía hay cierta élite de poder que predomina. La Unión Soviética tenía cosas buenas desde el punto de vista en que dejó de pasar hambre a tener vivienda, educación, sanidad y alimento. Pero esa autoridad comunista, ese amor a un líder, pues me quedo con el anarquismo en ese aspecto.