La corteza prefrontal del cerebro, bajo los efectos del alcohol, hace que nuestra fuerza de voluntad falle. Foto: Gemma Amor/Flickr
¿Te ha sucedido? decides salir un viernes a tomar una cerveza con tus amigos en tu bar favorito, de repente esa cerveza se convierte en un combo (3 botellas), luego en dos, en tres y empiezas a pensar que es el momento perfecto para irte a casa antes que el alcohol se te ‘suba a la cabeza’; hasta que un amigo dice una frase común: “la última y nos vamos”. Cuando te das cuenta ya es la madrugada y esa ‘última’ cerveza se transformó en decenas de botellas sobre la mesa. Si te ha pasado algo similar, tranquilo, no eres el único, de hecho, te podemos explicar por qué la voluntad no te funciona cuando quieres dejar de beber.
La respuesta a todo este dilema se encuentra en nuestro cerebro y específicamente en la corteza prefrontal que, técnicamente es nuestro “director ejecutivo” es quien planifica y ordena nuestro comportamiento. Ahora, si esta parte de nuestro cerebro no está funcionando correctamente, no pensamos a largo plazo sino que nos enfocamos solo en ese momento, así lo explica el Fernando Cadaveira, experto en Psicobiología al portal web Verne. Es decir, nuestra mente está pensando en la siguiente cerveza que destaparemos y no en qué sucederá después, cuando esa botella se haya convertido en una ‘jaba‘.
Si eres de aquellas personas que al beber hacen cosas que normalmente no se atreverían, tranquilo no te avergüences, este es uno de los efectos más comunes del alcohol en el cuerpo humano, explica Cadaveira. El alcohol te desinhibe, pero además hace que reacciones con euforia, en ese estado lo más lógico es que nos dejemos llevar, con mayor facilidad, por lo que dice el grupo. Esto también demostraría por qué cuando tus amigos recolectan plata para comprar las primeras cervezas casi nadie tiene dinero, pero conforme tomas una y otra, el efectivo comienza a salir desde algún ‘misterioso’ lugar.
Por otro lado, Roy F. Baumeister y John Tierney en su libro ‘Willpower: Rediscovering the Greatest Human Strength’ – La fuerza de voluntad: El redescubrimiento de la fuerza humana más grande –, explican que el alcohol afecta los comportamientos que están marcados por un “conflicto interno”. Cuando consumes demasiado licor, esa vocecita que normalmente te dice: “no lo hagas”, “recuerda que mañana debes trabajar”, “mejor no le llames a tu exnovia”, se va a dormir y lo único que tienes en tu mente es otra voz que te grita: “hazlo, ya estamos aquí”.
Y entonces, cuál sería la solución para poder decir que no y poder ir en paz a tu casa sin ningún tipo de exceso. Según los expertos puedes usar una estrategia psicológica que te haga detenerte cuando comiences a beber, por ejemplo: si me tomo cuatro cervezas, me iré a casa. Para esto necesitas un nivel de control muy fuerte y un entrenamiento mental para tratar de mantener el panorama claro, a pesar de la influencia del licor. Obviamente todo esto funciona cuando eres honesto contigo, porque puede darse el caso que ya sepas que tomarás mucho esa noche, pero quieras engañarte diciendo que solo será ‘una cerveza y ya nos vamos’. Así que, es el momento de ponerte a prueba y saber qué tan decidido eres.