¿Cuánto tiempo debe durar un beso? Contrario a la creencia generalizada de que se necesitan largos periodos de tiempo para cuidar la relación, expertos argumentan que son las pequeñas acciones cotidianas las que realmente fortalecen los lazos afectivos.
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Dos prácticas simples pero poderosas destacan entre estas acciones cotidianas: los momentos de transición y el poder de un beso prolongado.
Los momentos de separación y reencuentro a lo largo del día no solo son rituales necesarios para coordinar las actividades familiares y laborales, sino también oportunidades valiosas para expresar afecto y conexión emocional.
Es durante estas transiciones que se puede comunicar al otro lo importante que es para uno su presencia y compañía.
¿Cuánto tiempo debe durar un beso?
Seis segundos, ese es el tiempo ‘ideal’ que debe durar un beso, según el renombrado psicólogo Dr. John Gottman.
Este acto no solo es una muestra de cariño físico, sino también una forma de sincronizar emocionalmente a la pareja.
En esos breves instantes, se crea un espacio donde ambos pueden reconectar, aprovechando al máximo cada encuentro a lo largo del día.
El ‘poder’ de un beso
Según el psicólogo e investigador John Gottman, el beso libera oxitocina, conocida como la ‘hormona del amor’; se produce en el cerebro, específicamente en el hipotálamo y se libera por la glándula pituitaria posterior, también conocida como neurohipófisis.
También es conocida como la ‘hormona de la felicidad’ debido a sus efectos en el comportamiento social y emocional de los seres humanos y otros mamíferos.
Efectos de la oxitocina
Facilita el parto y la lactancia: Durante el parto, la oxitocina provoca contracciones uterinas que ayudan en la dilatación cervical y en la expulsión del feto. Después del parto, estimula la secreción de leche durante la lactancia materna.
Promueve el apego y la vinculación social: La oxitocina juega un papel crucial en la formación de vínculos afectivos entre individuos, tanto en relaciones románticas como en relaciones materno-filiales. Ayuda a fortalecer la confianza, la empatía y la conexión emocional.
Regula el comportamiento social: Se ha demostrado que la oxitocina modula el comportamiento social, reduciendo la ansiedad social y promoviendo conductas prosociales como la generosidad, la empatía y la cooperación.
Efectos en el bienestar emocional: Contribuye a la sensación de bienestar general y puede tener efectos tranquilizantes y antiansiedad.
Implicaciones en la sexualidad: La oxitocina puede estar involucrada en la respuesta sexual, facilitando la excitación y promoviendo la intimidad emocional durante las relaciones sexuales.