La madrugada de este domingo 26 de marzo del 2023 ocurrieron derrumbes de tierra entre el kilómetro 32 y 43 de la vía Alóag – Santo Domingo. Al momento (13:00) la vía está completamente habilitada.
En época de lluvias los derrumbes a lo largo de esta importante arteria que conecta la Sierra con la Costa aumentan. La semana pasada, un desmoronamiento ocurrido en el kilómetro 48 de la vía hizo que la carretera sea cerrada parcialmente mientras se realizaban tareas de limpieza.
La vía Aloag – Santo Domingo fue inaugurada en 1963, es decir, hace 60 años. Sin embargo, debido a la geología y topografía, la vía no ha logrado consolidarse y aún se presentan problemas.
Los puntos más críticos están en los kilómetros 21, 25 y 34 y 54. Durante el invierno del año pasado se registraron 200 deslizamientos de taludes.
Las causas de los derrumbes
¿Por qué hay tantos derrumbes en la Aloag – Santo Domingo? Jorge Valverde, ingeniero experto en suelos y ex profesor de la Politécnica Nacional, explica que son varios factores los que inciden.
El primero es la humedad. El manejo del agua es el principal problema de esta arteria. La vida útil de una vía depende en gran medida de la canalización de aguas lluvias y de que cuente con un buen sistema de drenaje.
Según Valverde, la solución implica trabajar en las partes altas de las montañas, pero en esas zonas hay propiedades privadas que dificultan la intervención.
Se deberían hacer drenajes para recoger el agua lluvia y desviar el líquido para que no afecte la capa asfáltica.
Otro de los problemas es el material que conforma ese territorio. La montaña tiene una mezcla de rocas meteorizadas, lavas y suelos plásticos, es decir es un suelo de mala calidad debido a la vulnerabilidad y resistencia.
Xavier Altamirano, geólogo, coincide con ese criterio y explica que los deslizamientos ocurren debido a la inestabilidad de la tierra.
Son movimientos lentos de materiales blandos que ocurren cuando ha llovido por largos períodos de tiempo y en pendientes que han sido intervenidas para construcción de vías o viviendas.
Para evitarlos, indica, se pueden construir terrazas en las laderas, colocar mallas de resistencia, reforestar y limpiar los desfogues naturales.
La ausencia de cunetas de coronación es otro de los problemas. Eso ocurre porque son pendientes muy altas y agrestes.
Esos problemas se pueden solucionar, pero requieren una muy fuerte inversión. Para tener una idea, Valverde dice que si construir una vía costó USD 10 millones, hacer este tipo de intervenciones podría costar lo mismo o más.
Una mejor opción, para él, es en lugar de cortar la montaña, dejar que el agua fluya por donde deba y hacer túneles para atravesarla.
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