Las verduras, frutas, granos... cuestan más en los mercados

La sequía tiene una grave secuela: El precio de los productos agrícolas subió en los mercados de Cuenca y de la Sierra centro. Los granos, hortalizas, papas, legumbres, queso, leche y las frutas cuestan más.

Los huertos no tienen la copiosa producción que caracteriza a la zona rural de Cuenca. Los agricultores Julia Narváez (66 años) y Rafael Guamán (67) cultivan la tierra  por mantenerse ocupados y no tanto por su beneficio. “El agua llega a cuentagotas y los insumos están caros”.

4 200 hectáreas
de maíz están afectadas por la sequía en Azuay y Cañar. La siembra se retrasó.En los seis mercados de la capital azuaya, los intermediarios imponen el precio, dice Guamán, quien vive en la parroquia San Joaquín. “Además, falta agua para regar y la producción disminuye”, se lamenta.

En la huerta de su familia  (unas dos hectáreas en total) se cultiva culantro, zanahoria, remolacha, col, cebolla, brócoli, arveja, lechuga, coliflor…

Narváez cuenta que, por ejemplo, el pasado fin de semana vendió la lechuga, el brócoli y la coliflor a USD 0,20 a los intermediarios. El jueves pasado, las amas de casa cuencanas compraban, esos mismos productos, en la Feria Libre de El Arenal  en  más de USD 0,40 la unidad.

 En ese mercado, la mayorista de papas Laura Astudillo aseguró que desde el fin de semana anterior el tubérculo cultivado en Cañar llegó  más caro. “Nos dicen que es por la sequía”. La variedad superchola que se vendía a USD 17 el quintal, ahora cuesta 20.

Mientras la bolona pasó de USD 32  a 40 y la chaucha de USD 30 a 40. Según Astudillo, las ventas bajaron y Maritza Fajardo, ama de casa, lo confirmó.

Antes, ella compraba seis libras de papas para la semana, ahora le alcanza para cuatro. Lo mismo ocurre en el mercado 9 de Octubre (centro de Cuenca).

Allí, por USD 1 se comprarían seis manzanas hasta hace una semana. Ahora, alcanza para cuatro. La libra de arveja y fréjol subió de USD 0,80 a 1,20 y las ocho naranjas pasaron de USD 1 a 2. Para el analista económico azuayo Marcelo Vázquez, las malas condiciones climatológicas siempre reducen la producción agrícola y la calidad.

“Con la reducción de la oferta, los intermediarios elevan los costos y hay abusos”, dijo Vázquez, quien  cuestionó el trabajo de las intendencias de Policía y la Tribuna del Consumidor.

Según él, no realizan controles en los mercados para evitar la especulación y para que las amas de casa puedan adquirir productos a precios reales.

Él dijo que los consumidores de estas localidades tienen opciones para cambiar un producto por otro más barato, a la hora de comercializarlas. Inclusive, podrían comparar precios entre los mercados y las cadenas de tiendas de hortalizas de las microempresas.

Según el intendente de Policía de Azuay, Thomás Alvear, desde mañana se  iniciará el control de precios en los mercados y tiendas de Cuenca. Los comisarios  realizarán los operativos en las parroquias.

La sequía en el Austro también retrasó la siembra de maíz, que ocupa la mayor parte del área cultivable en Azuay y Cañar. A los técnicos del Ministerio de Agricultura (Magap) les preocupa las pérdidas.

Según Germán Arcos, del Magap en Cañar, cerca de 1 200 hectáreas de maíz fueron afectadas o se perdieron por la sequía, heladas y quemas forestales. En Azuay se calcula que son 3 000 hectáreas.

En Ambato, los precios de los productos también se incrementaron por la ausencia de precipitaciones. En el mercado Urbina, uno de los más grandes de la ciudad, el saco de zanahoria costaba hace dos semanas USD 3 y ahora está en  7. La lechuga subió de USD 2 a 5 y el saco de arveja, de USD 12 a 28.

Josefina Pilamunga, quien vende en el mercado desde hace 20 años, dice que los productos más caros son el plátano verde, tomate, choclo y ajo.

El mes pasado, el racimo de plátano verde costaba USD 6 y desde la semana pasada el precio se incrementó a USD 12. La caja de tomate riñón está a USD 12 y antes costaba USD 7. Asimismo, el quintal de choclo subió de USD 8 a USD 18 y la libra de ajo de USD 0,80 a USD 2.

“La falta de lluvias afecta al bolsillo de la gente. Los campesinos no pueden iniciar la siembra. En el momento solo las fincas que tienen canales de riego están produciendo”, dijo Pilamunga.

La ama de casa Victoria Solís está muy preocupada por el incremento de los precios. “Anteriormente venía al mercado con USD 20 para comprar hortalizas y legumbres. Pero ahora debo gastar mínimo 25”.

Según ella, lo más preocupante es que su presupuesto ya no le alcanza. Otra ama de casa, Lidia Sánchez, dejó de comprar aguacate. “Cada unidad estaba a USD 0,20 y ahora se duplicó”.

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