Las medidas de transparencia salarial, dependiendo de cómo se lleven a la práctica, pueden ser eficaces para identificar las diferencias entre el ingreso laboral que percibe un hombre y una mujer.
También estos mecanismos permiten plantear acciones para reducir la brecha salarial de género.
Así lo considera la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El organismo presentó un estudio este mes, en el contexto del Día Mundial de la Igualdad Salarial.
En Ecuador, el sector público está obligado a transparentar los salarios de los funcionarios y servidores públicos.
Estos son de acceso público y permiten conocer el monto que percibe un trabajador en determinado cargo o función.
No obstante, esto es opcional en el sector privado. Paulina Cobo, gerente de Cornerstone Ecuador, firma de Recursos Humanos, señala que en las empresas es difícil estandarizar sueldos por el perfil o competencias. Pero recalca que se puede manejar un sistema de transparencia de bandas salariales para impulsar la equidad.
Las empresas son más conscientes de la equidad salarial
En la actualidad, el tema de equidad salarial está en las mesas de discusión de los empleadores.
Por un lado, como una forma de encontrar perfiles idóneos y retener talentos y, por otro, para contribuir en la reducción de brechas salariales por género.
La determinación de este tipo de sueldos debe tener un acompañamiento, asegura Paúl Murillo, gerente de Training & Consulting de Adecco Ecuador.
Esta empresa brinda el servicio de Estudio Salarial.
Este es un análisis personalizado, que ayuda a las empresas a definir salarios equitativos. Se aplica tanto para el personal que labora actualmente, y corregir desigualdades.
Así como para propuestas económicas para futuros empleados, acorde con el perfil y el mercado. Este servicio ha tenido un crecimiento del 200% entre el 2019 y 2022.
Adecco realiza entre 80 y 100 estudios salariales por año.
Esto evidencia que las empresas cada vez más valoran más contar con esta información para mejorar o aplicar políticas salariales más efectivas, dice Murillo.
Una entidad donde las políticas de equidad de género son prioridad es en el Instituto Tecnoecuatoriano.
Ahí se manejan rangos salariales, sin importar el género del colaborador, partiendo de las recomendaciones del Ministerio de Trabajo, comenta Helen Pazmiño, vicerrectora académica.
A esto se suman beneficios adicionales que otorga la institución, tomando en consideración el nivel de responsabilidad y preparación. Esto ayuda a tener a un equipo de trabajo motivado.
Además, permite que el instituto sea competitivo en el ámbito de reclutamiento de talento, dice Pazmiño.
En esta empresa se maneja una política de representatividad equilibrada. Esta considera que algunas ramas de trabajo son preferidas por mujeres y otras por hombres.
De esta forma, el personal administrativo tiene una relación de 63% mujeres y 36% hombres. Mientras que la planta docente está conformada en un 65% por hombres y 35% mujeres.
En organismos de representación se respeta la igualdad. Por ejemplo, en el Consejo Académico Superior hay 10 miembros, de los cuales cinco son mujeres y cinco son hombres. Estas políticas se aplican desde hace 20 años.
Las mujeres aún ganan menos que los hombres
Las brechas salariales de género en el país están presentes, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
La diferencia del ingreso promedio de una mujer en agosto frente al de un hombres fue de USD 101,80 con ventaja para los últimos.
Además, el ingreso de las trabajadoras no ha tenido mayor variación en el último año (ver gráfico).
Cobo afirma que la pandemia deterioró la situación laboral de las mujeres, en cuanto a carga de trabajo y sobre todo a disminución de ingresos. Ahora, la recuperación también ha sido lenta e incompleta, asegura.