Las personas hicieron fila a las afueras de un supermercado en la av. Maldonado, ayer. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
Comprar medicinas y abastecerse de alimentos fueron las dos principales razones por las cuales el pasado miércoles 25 de marzo de 2020, antes de que se inicie el toque de queda, las personas salieron a las calles de la capital en mayor número que en días anteriores.
Decenas de personas caminaban por avenidas que desde la semana pasada lucían desoladas, como 12 de Octubre, Mariscal Sucre, De la Prensa, y en el Centro Histórico.
Como ayer fue el primer día en el que la prohibición de salir empezó más temprano, (desde las 14:00 hasta las 05:00), las personas aprovecharon las primeras horas del día.
Una fila de 25 personas se formó en los exteriores de un supermercado en la av. 12 de Octubre, en el norte. La misma escena se registró en las calles Versalles y Ramírez Dávalos, y en la avenida Maldonado, cerca de la Morán Valverde.
Todos llevaban mascarillas y guantes. Una de las medidas de seguridad que tomó la gente por iniciativa propia fue respetar un espacio de un metro entre cada uno, mientras avanzaban para ser atendidos.
En San Bartolo, sur de la ciudad, las personas se organizaron para ingresar de una en una a tiendas y farmacias. En los negocios pequeños se les pedía que usaran mascarillas.
En los mercados municipales hubo poca afluencia de público y el ingreso fue ordenado. Desde el martes, estos centros de abasto permiten el acceso únicamente a compradores entre 18 y 55 años, dependiendo del último número de su cédula. La restricción se respetó.
El tránsito vehicular también registró un aumento en relación con el lunes y martes. En las intersecciones de las avenidas 10 de Agosto y Colón 38 autos circularon en un minuto. La mayoría correspondía a carros particulares. Por allí también pasó el servicio de transporte municipal que opera con aproximadamente 40 buses y que sirve exclusivamente a personal que trabaja en las ramas de Medicina y Fuerzas Armadas. Lo utilizaron personas que se dirigían a la Maternidad Isidro Ayora y al Hospital Eugenio Espejo.
El control en los espacios públicos de la urbe es permanente. Solamente el Municipio cuenta con casi 6 000 miembros de su personal en las calles, haciendo distintas tareas en operativos viales, inspecciones y reparaciones y brindando servicios, lo que incluye a Bomberos, Agencia Metropolitana de Tránsito, Emaseo, Cuerpo de Agentes Metropolitanos, Agencia de Control, Agua de Quito y Obras Públicas.
En la parte de vialidad, hay 2 000 agentes de tránsito que trabajan en dos turnos en compañía de personal de las Fuerzas Armadas y hacen controles a los vehículos. Están ubicados en cinco puntos fijos, y además controlan aleatoriamente las avenidas más concurridas. Entre el 17 y el 25 de marzo, 555 conductores fueron sancionados por incumplir las restricciones de movilidad. La mañana de ayer se revisaron 428 autos y no hubo sanciones.
El ingreso al mercado San Roque fue ordenado. No hubo informales en los exteriores. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
Los alrededores del mercado San Roque amanecieron despejados, luego de que el martes la Intendencia y la Agencia de Control desalojaran a cerca de 600 comerciantes que vendían sus productos sin normas de higiene, lo que generaba un posible foco de infección del covid-19.
Un movimiento inusual se registró en la calle Ambato durante las primeras horas de la mañana, donde un grupo de comerciantes informales intentó reubicarse, sin lograrlo.
El COE Cantonal, presidido por el alcalde Jorge Yunda, se reunió la mañana de ayer. Tres temas importantes fueron analizados. El edil Bernardo Abad, quien asistió como invitado, indicó que se enviará un pedido al COE Nacional para que las empresas públicas municipales puedan, mediante decreto o resolución, adquirir elementos que sirvan para la emergencia, como mascarillas y guantes, entre otros. Debido a la Ley de Contratación, si no lo hacen así tendrían problemas con Contraloría.
Además, se analizó la posibilidad de habilitar algunos espacios -podrían ser hoteles- como edificios medicalizados. Se trata de lugares donde haya controles sanitarios para que allí puedan pasar la cuarentena las personas infectadas que no tienen síntomas o con síntomas leves, y los repatriados que no tengan dónde hacerlo.
Yunda anunció que el Municipio está importando pruebas rápidas para la detección del covid-19, en coordinación con el Ministerio de Salud.
“Estamos trabajando para que en los sitios de entrada a Quito se les tome la temperatura y se les pueda hacer la prueba, que es una prueba de mucha confiabilidad”. El valor de las pruebas va de USD 10 a 20. Sin embargo, el Municipio las hará sin costo. Dijo que los test servirán para hacer detecciones tempranas y evitar la expansión del virus.
EL COMERCIO
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