Tipos de posgrado

Vivimos un auge de los posgrados en el Ecuador y en América Latina. Muchos de nuestros jóvenes, y bastantes que ya no lo son tanto, concurren a ellos. Pero hay mucha confusión sobre sus tipos y niveles. Este artículo, preparado especialmente para contestar los interrogantes de un lector, pretende aportar algunas observaciones al respecto.

La enorme variedad de tipos, niveles y modalidades de los posgrados que funcionan en nuestros países no se ha dado solo por la coexistencia de formas organizativas venidas de diferentes influencias; es producto de la gran diversidad de situaciones en que se crearon y de los fines que intentaron alcanzar.

También han influido los factores externos venidos de las diversas tradiciones académicas de Europa, Norteamérica u otros lugares de América Latina. Esta realidad, por fin, se debe a la existencia de grandes desniveles en la calidad. Bajo el nombre posgrado pueden encontrarse, aún dentro de un mismo país, programas del todo distintos en objetivos, concurrentes, duración, dedicación, exigencias académicas y métodos de graduación.

Sin establecer criterios de evaluación de la calidad académica de los programas de posgrado, puesto que hay buenos y malos de todo tipo y en todos los sistemas universitarios de nuestros países, intentaremos formular una tipología que permita conocer mejor sus diferencias. Tomando en cuenta la finalidad para la que fueron establecidos, se puede distinguir la naturaleza de nuestros programas de posgrado en estos tres tipos:

- Académicos. Son los programas que preparan fundamentalmente para las tareas de docencia superior e investigación dentro y fuera de la universidad. Se trata de posgrados con énfasis en la formación teórica y metodológica.

- Remediales. Son los destinados fundamentalmente a complementar la formación profesional de pregrado. Estos programas se organizan como secuencia de esos estudios anteriores, en el marco de las propias carreras y “llenan sus vacíos”. También suelen ser usados para  “reciclaje” de profesionales luego de años de su graduación.

- De especialización temática. Su objetivo básico es profundizar en un aspecto específico de una disciplina. Por lo general se dedican al entrenamiento de profesionales para actividades especializadas. (v.g. en medicina: cirugía vascular, salud pública, medicina familiar, etc.)

Los que han sido mencionados son tipos “puros” que se dan en la práctica académica. Pero también existen programas que de una manera u otra comparten las características de dos o los tres tipos mencionados, puesto que han sido creados en realidades que demandan un esfuerzo ecléctico.

La Ley de Educación Superior que se está aprobando debe tomar en cuenta estos tipos y regularlos adecuadamente.

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