Terapia intensiva
“Menos palabras, más libertad”; debería confeccionarse un adhesivo con esta frase para pegarlo en el carro presidencial, en el suyo, en el mío, en el de las empresas, en los de quienes deseamos vivir en democracia.
Cada vez que pasemos frente al Conartel, pitemos con toda la fuerza de la batería como ‘resistencia’ a sus propósitos.
Esto es algo material porque nuestras cartas, nuestros puntos de vista, valen un comino en la dictadura.
La libertad está en terapia intensiva y no es exageración. Entre otros artículos que intuimos, en el manual de Chávez estará: atacar a un medio informativo.
Como en Venezuela, entonces, serán pan comido los periódicos, radios y canales de TV.
El Dueño de la Verdad nos quiere imponer qué debemos ver en la TV, qué leer en los periódicos y qué escuchar en la radio. Nos quiere enseñar qué es moral y qué no.
Por cierto que, para él, la corrupción no es inmoral. Las relaciones con la FARC no son traición a la Patria. Lo que diga el comandante Chávez no es ataque a la soberanía.
Compatriotas, los deliberantes somos más. Luchemos por la democracia.