La situación de la prensa en Ecuador inquieta a la SIP

Santiago Estrella G. Corresponsal  en Buenos Aires 

Cuando en el marco de  la 65ª Asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) se conozca hoy el informe de la situación de la prensa en cada país, el caso ecuatoriano será la que ocupe más la atención de los 500 editores que se encuentran en Buenos Aires.

Así lo confirmó Robert Rivard, presidente de la Comisión de libertad de prensa de la SIP a EL COMERCIO, luego de una reunión preliminar que se hizo en una sala reservada en el Hotel Hilton de Buenos Aires, en donde se desarrolla el congreso.

“Son los países obvios que nos preocupan: Venezuela, Ecuador, Bolivia, Cuba, Nicaragua, Argentina. En Ecuador la situación es  más seria aún. Todas las leyes son malísimas y en todas  hay la intención de controlar a los medios independientes, limitarlos, represarlos, dar más autoridad al gobierno y menos independencia a los medios. Estamos muy preocupados por ello”, afirmó.

De aprobarse la ley,   que Rivard no duda que así será, tampoco descartó la posibilidad de que la SIP envíe  nuevamente una misión para el próximo año, “para abrazarnos con nuestros socios, defender a los lectores, tratar directamente en el gobierno de Rafael Correa, legisladores, Corte Suprema,  con la esperanza de que podamos limitar los daños a los medios y al pueblo”.

5 00 editores
de diarios de
la región participan en la Asamblea de la SIP en Buenos Aires.

Julio Blanck, editor político del diario Clarín, por su parte, sostuvo que “el problema es que la prensa se termine acostumbrando  y  ejerza una autocensura y eso será  más grave”.
“Lo que pasa es que estos gobiernos, de izquierda, repiten modelos coloniales”, dijo a este Diario el escritor Marcos Aguinis. 

“Ecuador es un país que está manipulando una ley de prensa. Dicen que necesitan una ley que les dé protección a los ciudadanos, pero los ciudadanos no necesitan este tipo de protección porque es el verdadero dueño de la información. La mejor ley de prensa es la que no existe. El flujo de noticias tiene que ser transparente, libre,  sin que haya ningún tipo de manipulación de esa noticia. Quieren controlar los contenidos y eso la SIP no puede aceptar”, dijo a Julio Muñoz, director ejecutivo de la Sociedad.

En tanto, la prensa argentina  vive  un  momento crítico. El sindicato de camioneros, liderado por Pablo Moyano, hijo del líder de la Confederación General del Trabajo, Hugo Moyano, ha interrumpido por tres días consecutivos la circulación de los diarios Clarín y La Nación. Las paredes de Buenos Aires están llenas de afiches en contra de la SIP y promueven una marcha para mañana.

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