El anuncio del Gobierno Nacional de reforzar la seguridad de Esmeraldas con más policías generó una serie de interrogantes debido a las pocas precisiones con que se presentó este plan para frenar la ola de violencia que ha triplicado las muertes violentas en esta provincia.
El sábado 22 de octubre de 2022 se reunió el Consejo Provincial de Seguridad de Esmeraldas, en el que participaron autoridades nacionales y seccionales. Tras la cita, el ministro del Interior, Juan Zapata, se refirió a una serie de medidas que se adoptarán.
La primera es incorporar 200 nuevos policías para combatir a la delincuencia. Entre enero y el 20 de octubre de este año se han registrado 416 asesinatos en Esmeraldas, cifra que es casi cuatro veces superior a las 103 muertes violentas que ocurrieron en el mismo lapso del 2021.
Durante todo el 2021 se registraron 146 muertes violentas en Esmeraldas.
El analista político Ricardo Gabriel Ron Vélez señaló que la idea de destinar 200 policías es como pretender “curar una metástasis con aspirinas”.
Más cuarteles
Otra arista del plan es la del fortalecimiento de la fuerza de tarea entre la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas; el convenio con Petroecuador para el cuartel del Grupo de Operaciones Especiales (GOE); la edificación de un cuartel en Atacames y la creación de tres cuarteles intermedios en Río Verde, Quinindé y Esmeraldas, con cerca de 300 o 400 servidores policiales.
“Ojalá con el análisis que han hecho nos digan cómo van a intervenir, porque acá queremos paz, no queremos guerra”, señaló la alcaldesa de Esmeraldas, Lucía Sosa. La lideresa señaló que la población tiene un sentimiento de abandono, “no sentimos de ningún lado el querer apoyarnos”.
El comandante de la Policía, Fausto Salinas aclaró que son acciones que se están planificando de manera institucional. Por ejemplo, la creación de un centro de comando para coordinar las acciones entre las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional “se prevé implementarlo a partir del próximo año”.
La tasa de muertes violentas por cada 100 000 habitantes es de 63,03%, la más alta del país. En comparación, Guayaquil tiene una tasa de 30,08% muertes violentas por cada 100 000 pobladores y está considerada como una de las 50 ciudades más violentas del mundo.
Problemas estructurales
El comunicador y profesor universitario Eduardo Andino cuestionó en redes la propuesta del Gobierno “¿El problema de inseguridad que vive Esmeraldas se combate únicamente con más policías y militares? ¿Con más cárceles? NO, con eso no basta.”
Señaló que los problemas radican en la marginalidad, la pobreza y la falta de recursos de la población. Puso como ejemplo datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) en los que se señala que la tasa de pobreza por ingresos es del 52,9%, frente a una cifra nacional del 28,8%.
Señaló además que el 25,3% de los esmeraldeños vive en pobreza extrema, cuando el promedio nacional de este indicador es del 10,3%. La pobreza se convierte en un caldo de cultivo para la violencia.
Los niños de hogares pobres son reclutados por los grupos delincuenciales organizados para fortalecer sus filas. Les ofrecen comida y protección que sus familias y el Estado no les pueden garantizar.
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