Mafias buscan más pasos para llevar químicos hasta Tumaco

Agentes de la Policía Nacional realizan un control en el baipás del cantón La Concordia. Todo auto es requisado. Foto: Cortesía

En la ruta donde se desarrolla el control policial hay una fila de camiones y camionetas de carga, que esperan para ser revisados por los agentes.
En cada automotor se verifican la cabina, el cajón, la parte inferior y las llantas.
El chequeo es para detectar posibles partes ocultas que puedan ser utilizadas para transportar sustancias ilícitas, dice un agente, mientras le pide a un conductor que colabore. El lugar de la requisa es en el baipás de la vía al cantón La Concordia, en Santo Domingo de los Tsáchilas.
Ese miércoles 25 de julio, los uniformados no reportaron novedades en 180 vehículos y 205 personas revisadas. Pero los operativos son constantes a raíz de que esa zona empezó a ser frecuentada por grupos criminales que movilizan precursores químicos, que tienen como destino la zona de frontera con Colombia, en San Lorenzo, Esmeraldas.
Según la Unidad de Químicos de la Policía Antinarcóticos, tan solo en un día en esta ruta fueron halladas más de 9 toneladas de cloruro de calcio en dos puntos distintos.
Sucedió el pasado 21 de julio, cuando los agentes desplegaron un operativo a través del cual le seguían la pista a una organización delictiva que movilizaba la carga desde Perú.
El precursor estaba en sacos, que en su parte externa estaban identificados como si contuvieran trigo.
Luego, las investigaciones condujeron a los agentes a una bodega donde se almacenaba otra parte del producto, a unos 25 minutos del lugar donde ocurrió la primera aprehensión.
Pero ese no fue el único operativo donde se han detectado químicos para fabricar drogas.
El 13 de junio, otras 5 toneladas de precursores se decomisaron de un camión que circulaba entre las localidades de Monterrey y Las Villegas, en La Concordia.
La Unidad de Químicos dice que las mafias buscan diversos métodos y rutas para surtir de precursores a los laboratorios de droga que se encuentran al norte de la frontera entre Ecuador y Colombia. En lo que va del año se han decomisado 102 toneladas de precursores químicos a escala nacional, según la Dirección Nacional de la Policía Antinarcóticos. Eso significa 70 toneladas más desde abril, cuando se hizo el último reporte sobre decomisos de esa sustancia en este año. Hasta ese mes, los gendarmes se habían incautado de 30 toneladas de químico.
La Policía, además, ha detectado que pese a los controles en las vías, las organizaciones criminales continúan en su intento por llevar sustancias no permitidas a la frontera.
Marco Villegas, subdirector Nacional de Antinarcóticos, explica que los cargamentos buscan ser introducidos por pasos regulares utilizando como fachadas productos lícitos.
Pero al llegar a determinados puntos utilizan rutas ilegales, que conectan con la frontera colombiana.
Uno de esos pasos puede estar entre La Concordia y Quinindé. En el cantón esmeraldeño hay montañas que confluyen con la zona de Rioverde, otro cantón de esa provincia, que limita con Eloy Alfaro y este con San Lorenzo.
Los agentes creen que hasta grupos armados irregulares podrían asistir el paso de los productos ilegales.
La carga que es traída desde Perú recorre varias provincias desde El Oro, hasta que llega al norte del país, en San Lorenzo. Los camiones que la movilizan pueden tardar hasta 13 horas en un viaje entre ese trayecto.
Sin embargo, el recorrido puede tomar hasta dos días o una semana debido a los controles que se realizan en varios lugares. Esto se conoció, por ejemplo, en un operativo realizado en La Concordia y en Santo Domingo.
Un agente de la Policía asegura que este eje vial es estratégico para las organizaciones criminales, porque desde aquí pueden incluso reorganizar la logística para evitar ser detectados en los demás puntos de control.
Los investigadores no descartan que en el operativo del 21 de julio los sospechosos descargaron el producto en una bodega de la provincia Tsáchila para intercambiarlo con sacos de otras denominaciones.
De esa forma se habría intentado confundir a los agentes. Los precursores químicos para las mafias que operan al otro lado de la frontera ecuatoriana son necesarios para el refinamiento final del clorhidrato de cocaína.
Giovanni Gavilánez, jefe de la Unidad Química de la Policía, asegura que este producto elimina las impurezas de la sustancia ilegal y la humedad.
Además, es al agente que permite que el narcótico obtenga un mejor refinamiento y mayor valorización en el mercado de las drogas.
El valor de las nueve toneladas decomisadas en Santo Domingo puede superar los USD 78 000 en el mercado ilegal. Con esos precursores se pueden procesar unas 40 toneladas de cocaína. Por eso, los policías dicen que continuarán las operaciones.
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