En abril del 2017, Prado fue detenido en Colombia. El mes pasado fue llevado a EE.UU.
A Washington Prado, el denominado ‘Pablo Escobar ecuatoriano’, lo llamaban El Señor. Sus colaboradores sabían que era un tipo “peligroso y de respeto”. El capo, oriundo de Manabí, no usaba bancos; sus pagos “siempre los hacía en efectivo”.
En febrero del 2017, por ejemplo, compró una casa en una zona de lujo de Guayaquil en USD 800 000. Entregó el dinero en una caja de cartón.
“Excelente cliente que me ha buscado”, le dijo el vendedor a quien en ese entonces asesoraba legalmente a Prado. Estos detalles aparecen en el expediente que la Fiscalía abrió en contra del narco por delincuencia organizada.
EL COMERCIO revisó esos documentos y accedió a la declaración de un testigo protegido de la Fiscalía. Él reveló datos de las actividades ilícitas de la organización y los roles de cada uno de sus integrantes.
El testigo, procesado por ser parte de la red de Prado, relató que el capo financió la campaña de una candidata a la Asamblea por la provincia de Manabí, en el 2017. Dijo que le entregó entre USD 200 000 y 300 000 en efectivo. Ella y su esposo, un capitán de la Policía, fueron detenidos en abril de ese año junto a otros integrantes de la mafia y admitieron haber colaborado con Prado.
En octubre, la mujer fue condenada a 24 meses de cárcel bajo la figura de delincuencia organizada, tras acogerse a un procedimiento abreviado.
Este es un recurso judicial que se incluyó en el Código Penal del 2014 (art. 635) y consiste, básicamente, en aceptar la acusación de la Fiscalía para recibir una rebaja de la pena.
En febrero pasado, su esposo también recibió una sentencia reducida (20 meses). El oficial admitió haber entregado información sobre operativos y seguimientos a la red.
Otros siete procesados han sido condenados a penas de entre 20 y 28 meses, tras admitir su participación en la red del narcotraficante.
El viernes último (23 de marzo del 2018), el fiscal general, Carlos Baca, anunció que abrirá una investigación administrativa por estos hechos. “Estoy indignado, es una burla”, señaló el funcionario.
Este sábado 24 de marzo, Walter Vallejo, abogado de Prado, cuestionó las declaraciones del Fiscal. “Si tan indignado está, por qué nunca se preocupó por traerlo a Ecuador para que responda por los procesos que tiene aquí”. Además indicó que el testimonio del testigo protegido es “un invento” para beneficiarse de una reducción de la condena y que hasta ahora no ha logrado probar nada.
Y aclaró que la Fiscalía no ha hallado bienes de su cliente relacionados con las drogas.
Durante las investigaciones, la Fiscalía vigiló esta organización e interceptó celulares. Se conoció, por ejemplo, que Prado utilizaba embarcaciones para abastecer de gasolina a las lanchas rápidas que movilizaban la cocaína hacia México. Alias Fito coordinaba los envíos de combustible. Él fue sentenciado a 28 meses de cárcel.
“No compa, no compa, es gente segura, gente seria. Vienen de otro lado, del (país) de Vicente Fernández”, dice uno de los colaboradores de Prado en una llamada interceptada.
Inteligencia policial revela que el capo mantenía negocios directos con carteles mexicanos. En abril del 2017, tras su captura en Colombia, Prado presuntamente delegó el mando de la organización a un familiar, quien actualmente está prófugo. Esta persona también es procesada por delincuencia organizada.