El juez de Guayaquil, Johan Briones, llamó a juicio a seis personas por un presunto delito de fraude procesal en el asesinato de Lisbeth Baquerizo.
Este ilícito se investiga desde el pasado 21 de diciembre del 2020 cuando la joven apareció muerta en su casa de Guayaquil.
Según las investigaciones de la Fiscalía, los seis procesados no dieron aviso a las autoridades de la muerte violenta que sufrió la joven de 30 años. Por el contrario, inicialmente los implicados habrían señalado que el fallecimiento se dio por una aparente caída de las escaleras. Luego se descubrió que Lisbeth fue asesinada por dos golpes contundentes que recibió en su cabeza.
De allí que la Fiscalía decidió procesar al esposo de Lisbeth, sus dos suegros y su cuñado por fraude procesal. En este caso también son indagados el médico que habría alterado el informe la causa de muerte de Lisbeth y otro hombre, quien sería el hermano del galeno.
Todos ellos deberán ir a juicio y enfrentar cargos por el artículo 272 del Código Orgánico Integral Penal (COIP). En esa norma se estable penas de uno a tres años de cárcel.
Actualmente, de los seis procesados por este caso, cuatro están prófugos. En esa lista está el hermano del médico y el esposo, suegro y cuñado de Lisbeth. Todos tienen vigente una orden de captura.
La suegra de la víctima y el médico implicado están vigilados con un grillete electrónico y tienen prohibido salir del país. Además, tiene que presentarse periódicamente ante la Fiscalía durante el proceso.
Uno de los elementos que se utilizó para el llamado a juicio de estas seis personas es el testimonio de un hombre que se encargó de la formolización de la víctima. Él señaló que el esposo y suegro de Lisbeth solicitaron que proceda con la finalidad de que no se le practique una autopsia.
El formolizador el pasado 28 de junio aceptó su responsabilidad de los hechos y se acogió a un juicio breve. Fue sentenciado a cinco meses de prisión.
Paralelamente a esta causa, la Fiscalía tiene otro proceso penal en marcha por el delito de femicidio. En ese caso hay cuatro indagados. El principal sospechoso es el esposo de Lisbeth. Por este ilícito, los implicados podrían enfrentar una condena de hasta 26 años de prisión.