Laura Ch. fue interceptada por una mujer que le disparó la noche del 10 de noviembre del 2018, cuando llegó a su restaurante, ubicado en el barrio Umiña, en Manta. Foto tomada de El Diario de Manabí
Érika P. ordenó ejecutar el asesinato de su madre, Laura Ch., con un objetivo: heredar el restaurante Mamma Rosa y otros bienes. Esa fue la conclusión a la que llegaron los jueces para sentenciarla a 26 años de reclusión.
La pena fue impuesta el miércoles 14 de agosto del 2019, a las 17:00, por los tres jueces del Sexto Tribunal de Garantías Penales de Manabí. La audiencia se reanudó ayer en el Palacio de Justicia, tras haberse postergado el pasado 7 de agosto.
Por este crimen también fue sentenciada a 26 años de cárcel Angie O., en calidad de autora directa. Otros condenados fueron Gabriel B., por entregar el arma homicida, y Mishell B., por planificar la muerte junto a la hija de la víctima, Érika P.
El crimen de Laura Ch. conmocionó a Manta. La mujer recibió un disparo en el cráneo la noche del 10 de noviembre del 2018 cuando llegó a su negocio, ubicado en el barrio Umiña, en Manta. La víctima fue trasladada a Estados Unidos, en donde murió nueve días después.
La mujer era oriunda de la localidad Los Ángeles, de la parroquia Colón de Portoviejo, y a los 17 años de edad viajó a Italia, donde se comprometió y tuvo a su hija Érika. Luego enviudó y se casó con un estadounidense. Era la quinta de nueve hermanos y las personas la conocían por las obras sociales que realizaba en los barrios de Manta junto con una amiga. Ambas coordinaron la recepción y entrega de donaciones para los damnificados del terremoto del 16 de abril del 2016.
El fiscal Paco Delgado reveló el 8 de diciembre que los autores del crimen quedaron al descubierto por un video en el que se observa que la sicaria lleva puesta una peluca. El atentado quedó grabado en varias cámaras. En las imágenes se observa que Angie O. le dispara a Laura Ch. por dos ocasiones y una bala impacta en su cuerpo.
Luego la agresora escapó a pie, se quitó la peluca y dejó al descubierto su rostro. “Al descubrir la identidad de la presunta criminal ingresamos a su perfil de Facebook, y tras hacer una comparación de su rostro con la imagen de los videos confirmamos que era la autora del crimen”, manifestó en ese entonces el investigador.
El funcionario dijo que el atentado se produjo de forma planificada, porque Angie y Gabriel llegaron al restaurante una hora antes del crimen. “Justo cuando Laura Ch. baja de su carro para dirigirse al restaurante, Gabriel B. le hace señas a Angie O. para que ejecute los disparos, y en cuestión de segundos ella se acerca a la víctima y aprieta el gatillo. Todo eso se observa en los videos”, relató en ese entonces.
Delgado dijo que luego hicieron una interceptación de llamadas al celular de la ahora sentenciada y descubrieron que se había comunicado en reiteradas ocasiones con dos personas: Gabriel B. y Mishell B. “Es decir, que la presunta asesina tuvo comunicación directa con Mishell B. antes, durante y después del crimen”.
Después de analizar los videos, la Fiscalía manejó la hipótesis de que el crimen sería por problemas personales que tenían entre madre e hija.
“Ambas no tenían buena relación por problemas internos de familia. (…) y aquellos problemas surgieron por un inconveniente económico. Aquello sería el móvil del crimen”, sostuvo el fiscal.
Durante la audiencia de juzgamiento del miércoles, ninguno de los procesados declaró en el juicio porque sus abogados les recomendaron acogerse al derecho del silencio, dijo Delgado.
Kevin Waters, esposo de la víctima, presentó una acusación particular en la Fiscalía por la muerte de Laura Ch. Su abogado, Erwin España, dijo que su cliente “se mantiene en la misma postura de la Fiscalía. Y pide que los implicados sean condenados a la máxima pena”.
Por este crimen también existe un quinto implicado: Brayan C., pero el hombre no fue juzgado porque se encuentra prófugo.