Exministro correísta que está libre no se ha presentado para que le coloquen el grillete

Mosquera aparece en la pantalla en una audiencia realizada en enero del 2018. Foto: archivo / EL COMERCIO

Mosquera aparece en la pantalla en una audiencia realizada en enero del 2018. Foto: archivo / EL COMERCIO

Alecksey Mosquera aparece en la pantalla en una audiencia realizada en enero del 2018. Foto: archivo / EL COMERCIO

El exministro de Energía Alecksey Mosquera abandonó la sala de audiencias esposado, en silencio y con la mirada hacia el piso. Era 21 de abril del 2017 y el exfuncionario del correísmo se convirtió en el primer detenido por la trama de corrupción perpetrada por la constructora Odebrecht.

Las investigaciones determinaron su culpabilidad y en abril del 2018 fue sentenciado a cinco años de cárcel por ­lavado de dinero.

Pero hoy está libre. Tres años y tres meses después de su captura, Mosquera dejó la cárcel cuencana de Turi el 31 de julio.El resto de su condena la cumplirá en libertad.

¿Cómo logró salir de prisión? Jaime Andrade, juez de Garantías Penitenciarias, aceptó un pedido y se acogió al régimen semiabierto.

Esa figura implica que el exministro deja el centro de reclusión, pero bajo control de la autoridad penitenciaria. De hecho, el juez le ordenó el uso de grillete para rastrear su ubicación.

Seis días después de su salida, las autoridades carcelarias confirmaron a este Diario que el exfuncionario no se ha presentado para que le coloquen el dispositivo.

Este trámite debe cumplirse en las oficinas del Servicio de Rehabilitación en Quito o Guayaquil. Tras detectar el incumplimiento, la entidad confirmó que enviará un informe en el que alertarán al juez de lo que sucede.

Según el Código Penal (art. 698), en caso de incumplimiento injustificado de los mecanismos de control, el juez revocará el beneficio y la persona privada de libertad será declarada fugitiva.

En esa misma normativa se señala que quienes salen de la cárcel bajo la figura de régimen semiabierto deben realizar actividades de inserción familiar, laboral, social y comunitaria.

Para acceder al beneficio, se requiere el cumplimiento de por lo menos 60% de la pena impuesta. En el caso de Mosquera, cuando presentó su carpeta había cumplido el 66% de su condena.

En su pedido, el exministro alegó que no tenía otras causas penales pendientes. En el 2018 se lo acusó de ingresar artículos prohibidos a la cárcel, pero la jueza de ese caso lo declaró inocente.

Mosquera se desempeñó como ministro desde julio del 2007 hasta julio del 2009.

La condena del 2018 implicó además ofrecer disculpas públicas y el pago de una indemnización económica a favor del Estado.

La Fiscalía lo acusó por haber recibido USD 1 millón de la constructora Odebrecht por “gestionar y acelerar” contratos.

Entre las evidencias que la Fiscalía presentó en ese entonces estuvo la asistencia penal solicitada a España.

En ese país fue interrogado Rodrigo Tacla, uno de los exabogados de la firma brasileña. En su declaración oficial, él habló del pago del dinero “para agilizar el trámite relacionado con la Hidroeléctrica Toachi-Pilatón en su fase de ejecución”.

Los jueces también sentenciaron a tres años al padre de Mosquera y a su tío político Marcelo Endara, como coautores de lavado.

Inicialmente, el exministro permaneció recluido en el Centro de Detención Provisional de El Inca, en Quito.

Tras su sentencia pasó en ese lugar siete meses más. En diciembre del 2018 fue trasladado a Turi.

La noticia sobre la libertad de Mosquera provocó reacciones. Para Germán Rodas, coordinador de la Comisión Nacional Anticorrupción, es lamentable que los “pocos condenados” por casos de corrupción del anterior Gobierno salgan en libertad por “una justicia permisiva”.

Él recordó que el exministro fue defendido por Correa.En abril del 2017, tras conocer lo ocurrido entre Mosquera y Odebrecht, el exmandatario calificó como “un acuerdo entre privados”.

Aseguró que el pago del millón de dólares se produjo en agosto del 2011, cuando Mosquera ya no era funcionario del Gobierno.

Pero el expediente judicial dice que en el 2008 la constructora ejecutó cuatro transferencias a cuentas de la ‘offshore’ Tokyo Traders, que tenía como representante legal a Marcelo Endara y como beneficiario final a Mosquera.

Según las investigaciones, esas transacciones se realizaron a través de la empresa Klienfeld.

En contexto

Alecksey Mosquera fue capturado tras un rastreo fiscal a sus cuentas y a los ingresos económicos que reportaba. Por el caso Odebrecht también están presos el exvicepresidente de la República Jorge Glas y su tío Ricardo Rivera.