Luego de que el 25 de junio finalizara el estado de excepción impuesto por el paro nacional, surgió la duda de cuál sería el rol de las Fuerzas Armadas (FF.AA.) y de la Policía para garantizar la seguridad ciudadana y control del orden público.
Cuando el presidente Guillermo Lasso decretó el estado de excepción habilitó el desplazamiento de las Fuerzas Armadas para respaldar a la Policía Nacional durante las manifestaciones.
Sin embargo, al finalizar esa medida, los militares ya no podrán participar del restablecimiento del orden en las protestas sociales. Ahora esa tarea recaería únicamente en la Policía Nacional.
Las acciones de la Policía
El ministro del Interior, Patricio Carrillo, dijo que, aunque el estado de excepción ya no esté vigente, el dispositivo policial estará presente en diversos puntos a escala nacional para mantener el orden público, identificar “a quienes vulneren los derechos de terceras personas” y combatir a la delincuencia.
“Las libertades y derechos ciudadanos deben protegerse y tutelarse desde la institucionalidad. No vamos a decaer, vamos a seguir firmes en la protección de los ciudadanos que quieren trabajar y que respetan la ley”, señaló Carrillo.
“Estamos sin estado de excepción, pero es obligación de la Policía mantener el orden público”, precisó la autoridad. Dijo que el dispositivo de control continuará.
La articulación y coordinación con Fuerzas Armadas también seguirá. “Los militares actuarán dentro de su misión constitucional”, señaló.
El rol de las FF.AA.
El artículo 158 de la Constitución, señala que las Fuerzas Armadas “tienen como misión fundamental la defensa de la soberanía y la integridad territorial”. En cambio, la Policía tiene la responsabilidad de la “protección interna y el mantenimiento del orden público”.
Entre las funciones que deben cumplir los soldados, por ejemplo, es el resguardo de sectores estratégicos (centrales hidroeléctricas, válvulas y estaciones de bombeo, pozos petroleros). Así como salvaguardar las fronteras de amenazas externas.
También deben realizar operativos de control de armas, municiones y explosivos. Estas intervenciones consisten en hacer registros en vehículos y motos que transitan por las ciudades y carreteras para comprobar que no porten estos objetos.