Compra de láminas para placas derivó en dos indagaciones penales

Esta es el área de prensa y registro de las placas. El procedimiento se realiza de forma manual y mecánica. Foto: Armando Prado/EL COMERCIO

El retraso en la entrega de placas vehiculares no se supera en el país. En Quito, la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT), entidad que entrega estas láminas, dice que necesitan 30 000 unidades para igualarse con los retrasos que se arrastran desde el 2016.
Pero la entidad aclara que la demora se produce en la Agencia Nacional de Tránsito (ANT), que es la autoridad que debe distribuir las placas a los municipios de todo el país.
Este ente reconoce los retrasos a escala nacional. El director Ejecutivo de la ANT, Pablo Calle, espera que el problema se solucione hasta diciembre de 2017.
Según el funcionario, a través de un catálogo electrónico ya se realizó la compra solo de láminas (la serie y el color se colocan en Quito). La ANT remitió a este Diario el proceso de esa transacción, que está subido en la página del Sistema de Contratación Pública.
Allí se detalla que se adquirieron 38 069 láminas y que eso costó USD 210 521. Es decir cada placa está valorada en 5,53.
Ese proceso de contratación se inició en mayo y la adjudicación se concretó en junio.
Esta no es la única compra que la Agencia de Tránsito hizo en esos meses. El 9 de mayo suscribió otro contrato. Esta vez fueron 100 000 láminas a un costo de USD 6,44 cada una.
Después de concretadas las compras, a la Fiscalía llegó una denuncia por los presuntos delitos de concusión y tráfico de influencias en contra de cinco funcionarios y exfuncionarios de la ANT (Dos de ellos ya no trabajan en la entidad).
Según la denuncia, la contratación favoreció a una sola empresa y se explica que el ganador aparentemente no tiene experiencia en la elaboración de placas ni tampoco tiene certificados de seguridad para la elaboración de las mismas.
Estos señalamientos los realiza el representante de otra empresa, que asegura que supuestamente no se permitió la participación de más interesados en el concurso.
Pablo Calle, de la ANT, aseguró que ese proceso no está en firme y que esa adjudicación la realizaron funcionarios de la anterior administración.
Sin embargo, advierte que cuando llegó a la ANT (5 de junio) sí supo de las cartas dirigidas al presidente de la República Lenín Moreno. Por eso, dice que impulsaron la compra de nuevas placas.
Según Calle, a través de la compra por catálogo electrónico se “acaba con el negociado que existía, porque se pueden registrar los proveedores que quieran”.
Además, señala que la idea es evitar que por estas posibles anomalías los procesos se suspendan y la problemática aumente, pues este ha sido uno de los factores por los que no hay placas en el país.
De hecho, en la Fiscalía reposa una segunda queja penal por otra adjudicación para la compra de placas. Esta queja la interpuso la Comisión Anticorrupción en enero del 2016. Allí se denunciaba la compra de 300 000 placas por un valor de USD 3,6 millones.
Es decir, cada lámina costaba USD 7,20. En ese caso la Fiscalía investiga un presunto delito de cohecho.
La falta de placas en el país data desde el 2015. Desde entonces, los municipios advertían que necesitaban más material. Por ahora, las placas se elaboran en una fábrica del sur de Quito. Allí el proceso se realiza de forma manual y mecánica, pero no automatizada.
Ese lugar opera con una termopintadora, una prensadora y las letras y número que son elaboradas en metal. Ahora, los usuarios deben esperar hasta ocho meses para recibir estos códigos.
En las oficinas de la AMT es usual ver a personas en busca de una placa, pero no la encuentran. Por ejemplo, Ronald Benítez, quien tiene dos carros sin las láminas originales, dice que cada mes acude al centro de matriculación vehicular de Quito y la respuesta siempre es la misma. “No está disponible, nosotros le llamaremos cuando sus placas lleguen”.
Similar respuesta recibió Lourdes Argüello. Ella se compró una camioneta hace seis meses y desde entonces circula con placas elaboradas en papel, que son distribuidas en la Agencia Metropolitana de Tránsito como provisionales.
En Quito, por ejemplo, de enero a julio de este año, 4 014 automotores han sido sancionados por no tener placas.
Julio Puga, director de Operaciones de la Agencia Metropolitana de Tránsito, advierte que no todas las amonestaciones se han dado por el retraso en la entrega de láminas.
El funcionario asegura que incluso han detectado casos de conductores que retiran las series de sus automotores, para cometer infracciones o eludir el pico y placa.
En contexto
La falta de placas en el país data del 2015. El Código Integral Penal sanciona con la reducción de seis puntos en la licencia y una multa del 30% del salario a quien conduzca sin esta identificación. La ANT ha dicho que el material se entrega de acuerdo al calendario.