Entrevista con el Contralmirante Darwin Jarrín, Comandante General de la Armada. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
El Contralmirante Darwin Jarrín nació el 4 de noviembre de 1961 en Quito. Ingresó a la Escuela Superior Naval en 1979. Tiene 39 años de carrera militar y ha acumulado 6 048 horas de vuelo. Es el aviador naval más experimentado.
La Armada cumple hoy 188 años de creación. ¿Cuáles son los nuevos retos luego de enfrentar el covid-19?
En Guayaquil participamos en los peores días de la pandemia. Yo estuve personalmente a cargo de la inhumación de cadáveres. Ahora, en cambio, hasta el 12 de noviembre están en marcha las operaciones Unitas (ejercicio marítimo multinacional), en donde participan 10 países con unidades de superficie y aéreas. Ecuador es el anfitrión, y entre los países que están aquí constan: Estados Unidos, Colombia, Perú, Chile. El propósito que se tiene son tres ejes fundamentales: ayuda humanitaria, control de drogas y pesca ilegal.
Narcotráfico y pesca ilegal son las nuevas amenazas. ¿Cómo las enfrentan?
Tanto con EE.UU., con Colombia y con Perú tenemos permanentemente oficiales de enlace y métodos para comunicarnos en temas de narcotráfico. Eso es lo que vamos a fortalecer con estas maniobras Unitas. En este año hemos capturado una serie de cargamentos con más de una tonelada de estupefacientes. No hemos descuidado el control del mar.
¿Cómo se controlan los otros delitos en el mar?
Tenemos que estar presentes en toda la extensión marítima ecuatoriana para ver temas como el robo de motores, robo de pesca. Estos delitos existen y lamentablemente podrían seguir existiendo, porque tenemos que resguardar más de un millón de kilómetros cuadrados de extensión marítima. (…) Es altamente complejo, porque todos los delitos en el mar comienzan en tierra y terminan en tierra. También necesitamos articular mucho el trabajo de Inteligencia con otros organismos del Estado, para poder evitar que los delincuentes salgan o lleguen con el producto de sus fechorías.
Unidades como el Escuadrón de Submarinos han disminuido sus incursiones en el mar. ¿Operaciones de otras unidades marinas se han afectado por la emergencia sanitaria?
Hemos tenido que priorizar, no hemos reducido las operaciones. En los meses de la pandemia, permanecimos con todos los equipos en el mar, pero la gente que estaba en las fragatas y corbetas fue destinada al control y al apoyo en las actividades que los COE provincial y cantonal establecían.
¿Cuál es el presupuesto que tiene la Armada para el próximo año?
Los montos exactos no le puedo dar, porque nosotros nos manejamos con proyectos plurianuales. Estos han tenido algún tipo de afectación, porque debemos ser consecuentes con la realidad económica del país, pero no se han eliminado los proyectos. Lo que se ha hecho es prolongar la entrega del producto final. Hemos tenido que correr uno o un año y medio en el plazo inicialmente establecido.
¿En qué casos?
Tenemos en ejecución la entrega de un remolcador en este año y otro en el siguiente. Otro proyecto es la construcción del buque multipropósito, cuya entrega se dilató hasta el año 2022; estaba para el 2021.
¿Han comprado armas?
Armamento no hemos adquirido. Con lo que tenemos estamos en capacidad de actuar como fuerza operativa en caso de un requerimiento. Casi todas las adquisiciones han sido en función de los tres ejes que se practicarán en las maniobras Unitas. El buque Hualcopo, que fue capturado a los chinos, está sufriendo un proceso de modificación. Los próximos 5 y 6 de noviembre se embarcan en Corea dos lanchas donadas por ese país.
¿Pero está en marcha algún proceso de compra de equipos nuevos?
Estamos comprando un helicóptero ligero para reforzar las actividades de control de la frontera norte. Es de segunda mano, usado, pero con capacidad que nos permita hacer la vigilancia de toda la frontera terrestre y marítima con Colombia, por temas de narcotráfico y tráficos de combustible, armamento, precursores químicos y mercadería. El helicóptero cuesta USD 1,6 millones y lo adquirimos a una compañía americana.
¿Qué es lo que necesita la Marina para combatir los ilícitos en el mar?
Lo que se busca es contar con una Marina oceánica. Solo las dos fragatas pueden salir y permanecer 30 días en el mar. El resto de unidades son pequeñas, tienen poca autonomía y hacia allá está enfocado nuestro plan. Necesitamos contar con patrullas oceánicas, como las que están viniendo de Corea, que tienen una autonomía de 22 días.
¿Qué equipos urgen para operaciones en la noche?
Tenemos aeronaves con visores nocturnos, pero no las suficientes. Tenemos dos helicópteros y tres aviones equipados con sistemas de visión nocturna. Para cubrir todo el mar necesitamos cuatro fragatas o embarcaciones similares. Tenemos solo dos. Requerimos al menos seis aviones de vigilancia marítima y tenemos cuatro. Necesitamos permanecer en Galápagos. Allí tenemos 815 000 kilómetros cuadrados de agua.
¿En qué plazo se debe cumplir el fortalecimiento?
El plan tenía un horizonte al 2030, pero obviamente con este tema del covid-19 yo pienso que se alargará unos cinco años más. Todo dependerá de la recuperación económica del país y del mundo.