Cárcel 4 de Quito fue reorganizada tras el video de Daniel Salcedo

Así permanecieron ayer los exteriores del centro penitenciario, en el norte de Quito. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

Así permanecieron ayer los exteriores del centro penitenciario, en el norte de Quito. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

Así permanecieron ayer los exteriores del centro penitenciario, en el norte de Quito. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

Los mensajes anónimos empezaron a llegar desde el último sábado. “Pórtate bien”, “Mira lo que ha pasado con otras personas”, decían los textos de WhatsApp que ingresaban al teléfono celular de quien hasta ayer (martes 2 de febrero del 2021) fue Directora de la Cárcel 4. Desde el fin de semana también recibió llamadas amenazantes. Le dijeron que iba a ser enjuiciada, pero no se refirieron a un caso específico.

La funcionaria informó lo ocurrido y las autoridades del Servicio de Rehabilitación la cambiaron de puesto. Así se busca garantizar su seguridad.

En este centro de reclusión hubo otros cambios en las últimas horas. Luego de que se difundiera el video musical de Daniel Salcedo, funcionarios administrativos también fueron cambiados. Hoy se prevé que se emitan las acciones de personal para el asesor jurídico, la trabajadora social, la psicóloga y el conductor del lugar.

La entidad confirmó a este Diario que lo sucedido con Salcedo provocó una reorganización completa. El objetivo es detectar si hubo funcionarios que ayudaron a la grabación de los videos o participaron en el ingreso de artículos prohibidos al interior de la cárcel.

Las investigaciones todavía no determinan si para la filmación realizada por Salcedo y otros dos se usaron equipos electrónicos autorizados para los presos que estudian a distancia o se utilizaron celulares introducidos de manera ilegal.

La Fiscalía incluyó en su expediente un parte policial en el que se habla de una requisa ejecutada dos días antes de la publicación de la filmación.

El miércoles pasado, unidades élite de la Policía y de Inteligencia Penitenciaria encontraron seis celulares, audífonos, cargadores y repetidores de señal que servían a los privados de la libertad para tener comunicación con el exterior.

El ingreso clandestino de estos aparatos está sancionado con prisión de uno a tres años (art. 275 del Código Integral Penal). El mismo castigo se aplicará para quienes estén en posesión de estos objetos al interior de las celdas.
La reorganización también implica cambio de celadores.

Ayer 2 de febrero fueron relevados los primeros cinco agentes que estaban asignados a la custodia directa de los reclusos.

Se espera que al cierre de esta semana se concrete el cambio de los 10 restantes. Las autoridades dicen que los reemplazos no han trabajado en ese lugar ni conocen a los internos.

A esta restructuración se suma una petición realizada por el Servicio de Rehabilitación para trasladar a 10 personas que tienen sentencias entre 16 a 32 años. La idea es llevarlos a cárceles regionales y que allí cumplan sus penas. En el grupo hay expolicías rastreados por delitos sexuales, homicidio y actos de corrupción.

La Cárcel 4 se creó para acoger a los expolicías inculpados por delitos. La intención fue evitar que sean víctimas de agresiones. Comenzó a operar en 1994. Una de las primeras en ingresar fue la agente Doris Morán, señalada como cómplice en la desaparición de los hermanos Restrepo.

Hoy, allí están además civiles condenados o procesados por corrupción. Es el caso de Daniel Mendoza, exlegislador manabita, que debe cumplir cuatro años y dos meses por delincuencia organizada.

También se encuentra Jacobo Bucaram, hijo del expresidente Abdalá Bucaram, indagado por una supuesta comercialización ilegal de insumos médicos durante la pandemia.

La Cárcel 4 acogió a una persona que fue detenida por un caso de femicidio que estremeció al país en el 2013. En agosto del 2019 fue trasladado a la prisión del norte de Quito, luego de haber permanecido en las celdas de Cotopaxi. Tras aparecer en el video de Salcedo fue llevado a Ambato.

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