El hecho ocurrió en la comunidad de Tigua, en Cotopaxi, durante la vista de una brigada del Gobierno Nacional. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO
El diálogo que puso fin a 11 días de paro no acercó al Gobierno y a la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie). Contrario a lo que se esperaba, las relaciones se han vuelto más tensas y una evidencia más se observó el domingo 24 de noviembre del 2019 en Cotopaxi.
Iván Granda, ministro de Inclusión Social, comentó que ese día, a la comunidad Tigua, en Cotopaxi, asistió una de las brigadas interministeriales para entregar ayuda técnica. El Ministro de Inclusión dijo que Jaime Vargas, presidente de la Conaie, intentó ejercer presión para que las brigadas abandonaran el sitio.
Esa fue la misma versión del Gobierno que lo calificó de amedrentamiento.
El presidente de la República, Lenín Moreno, señaló que “si el asunto ha sido grave se hará la denuncia respectiva. Creemos que el señor Vargas no ha entendido con claridad la tarea que estamos cumpliendo”.
Para Granda, a Vargas “le está quedando grande el papel de proteger a sus comunidades porque solo persigue proteger sus intereses políticos”.
La Conaie, por su parte, dijo que lo difundido por el Gobierno es “una versión tergiversada”. También en un comunicado, señaló que Vargas visitaba comunidades en el sector y coincidió en el lugar en donde comuneros y Policía coordinaban la presencia de las brigadas del Plan Toda una Vida.
El objetivo del principal de la Conaie fue buscar una explicación de lo que se iba a realizar. Solicitó la coordinación necesaria para constatar que la brigada entregue ayuda técnica sin ejercer división y sin proselitismo político.
El hecho ocurre en medio de un intento de acercamiento entre ambas partes para concretar los acuerdos alcanzados el pasado 13 de octubre, tras la finalización del paro.
En la práctica, cada uno avanza con su agenda propia. El Gobierno se acerca a otras organizaciones y la Conaie presiona porque se atienda la propuesta construida por el Parlamento de los Pueblos.
Salvador Quishpe: ‘En el país existe tensión’
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Qué pasó el domingo en Tigua, Cotopaxi?
No tengo la información a detalle. Hay que tomar en cuenta que existe un ambiente político tenso generado a raíz de las decisiones el Gobierno, primero con la Ley de Fomento Productivo y después con el Decreto 883, que llevó a la movilización de octubre. Sin intención de calificar desde lo bueno o lo malo las palabras del Gobierno o de la Conaie, puede ser que se estén expresando palabras más allá de lo normal. El país está fracturado.
Si el Gobierno no reconoce eso y, como el gran líder nacional que debe ser el Presidente de la República, es su obligación tratar de apaciguar y calmar los ánimos. Entonces, puede ser que en este contexto, la visita de los funcionarios no esté bien vista en las comunidades a quienes por un lado el Gobierno califica de terroristas y delincuentes; mientras que por el otro llegan para dejar apoyo técnico.
¿Llegar a una comunidad con esas ayudas no es la labor de un Estado?
Por supuesto. Ese es su rol. No solamente del Presidente de la República sino también de alcaldes, prefectos, etc. Digo que el Gobierno tiene que reconocer sus actos. No fue el movimiento indígena el que generó el déficit fiscal. Fueron los gobiernos de turno. Frente a eso tratan de llenar ese déficit metiéndole la mano al bolsillo al pueblo ecuatoriano. Por eso hay una reacción que conllevó a la movilización y eso generó este ambiente. Es necesario superar esa tensión.
El camino no es ir con brigadas de manera directa, mientras por otro lado se está diciendo todos los días que los que salieron somos un grupo de vándalos.
¿El argumento de territorios indígenas no abona a la idea de un Estado dentro del mismo Estado?
Esa intención no existe. Lo que existe es una Constitución vigente que reconoce los derechos colectivos. Son 21 derechos, entre ellos, que quienes son los acreedores son las comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades. En ese contexto se ejerce el Gobierno comunitario.
Eso no es ninguna novedad. El estatuto de la Conaie, por ejemplo, fue registrado por los ministerios pertinentes. Ese estatuto dice que se reconoce al consejo de Gobierno de la Conaie, Ecuarunari, etc. No es un gobierno paralelo. Ese es un invento que tratan de posicionar algunos funcionarios del Gobierno y analistas. Eso es falso. No tenemos esa intención. Pero sí vamos a ejercer nuestros derechos en nuestros territorios tal cual lo dice nuestra Constitución.
¿El Gobierno debe pedir permiso para ingresar a las comunidades?
El Gobierno no necesita pedir permiso. Esa es una forma de indisponer a la ciudadanía, unos contra otros.
Los pueblos indígenas pueden establecer las circunscripciones territoriales pero solo hay cuatro procesos. ¿Por qué no utilizar esa opción?
Hemos hecho un paréntesis porque en el tiempo del correísmo quisieron utilizar eso para sus propósitos y no permitirnos que los pueblos indígenas avancemos en los relacionado con nuestra cultura, lengua y conocimiento ancestral. Querían imponernos desde afuera.
¿Se puede repetir lo ocurrido en la comunidad de Cotopaxi?
Le pido al Gobierno que supere estas cosas. Pido que no esté buscando lo mínimo para decir que hay pruebas de la violencia o el terrorismo. Es necesario que el Gobierno reconozca esa diversidad para generar un ambiente de unidad. Cuando volvamos a eso ninguna comunidad pensará en oponerse a ninguna visita. Mientras haya este ambiente probablemente se vuelva a dar. No estoy pregonando eso pero es lo que estamos viviendo.
Iván Granda: ‘No se trata de dividir’
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¿Qué pasó en Tigua?, ¿cuál fue el desacuerdo?
Las brigadas entraron y estuvieron dos días en parroquias de Cotopaxi. Al momento del problema con el señor Vargas, las brigadas se encontraban desarrollando su trabajo en Tigua, con la comunidad. Eran brigadas que hacen trabajo intersectorial, del Ministerio de Agricultura, del MIES, del Instituto de Economía Popular y solidaria que arma proyectos comunitarios desde la cosmovisión indígena, y BanEcuador. Recibimos una alerta de que no los dejaron salir.
Jaime Vargas habla de que ustedes estaban en territorios indígenas…
Eso es inaceptable. Ningún ecuatoriano puede obstaculizar el funcionamiento de las instituciones, menos cuando se trata de ayudar a grupos de atención prioritaria. Esa es la línea del Gobierno, vamos a seguir trabajado de forma absolutamente normal en todas las comunidades, en todas las zonas.
Hay amenazas hacia el Gobierno porque la dirigencia de la Conaie dice que los están dividiendo con estas visitas. ¿Por qué pasa esto?
No lo termino de entender. El Presidente ha planteado el diálogo, creemos que es la única forma para llegar a un encuentro, de zanjar cualquier diferencia que se haya dado en el pasado. Creo que la interculturalidad y la plurinacionalidad son categorías para reconocernos, apoyarnos y respetarnos en la diversidad. En ningún momento debe ser para marcar territorios independientes, y peor para dividirnos. En el país tenemos libre movilidad.
El problema va a ser para los brigadistas…
Siempre garantizamos la seguridad de nuestras brigadas. De ningún punto de vista tratamos de dividir a la comunidad, sino de llegar con los servicios sociales. Lo que hacen los dirigentes de la Conaie es establecer condiciones de violación de derechos de sus propios compañeros, a sus propias comunidades, a no ser atendidos por el Estado. Nosotros estamos dispuestos a dialogar con los dirigentes de las comunidades, comprendemos la cosmovisión indígena. Hay que exhortar al Presidente de la Conaie para que tenga una actitud más mesurada.
¿Cree que la posición de Vargas es una convicción de cuestión cultural o es una posición proselitista, partidista?
No quisiera calificar la posición del señor Vargas. Más bien, hay que hacer un llamado a la paz, al diálogo y al encuentro en el país, y que nos dejen trabajar a los que tenemos que hacer políticas de incursión social o incursión económica. No estamos haciendo una política desde el escritorio, sino desde los territorios, entonces en el país vivimos en libre movilidad y lo vamos a garantizar, porque somos el Gobierno, somos el Estado. Seremos absolutamente tajantes. Nuestro trabajo tiene que establecer condiciones de mejores días para los más necesitados.
¿De las declaraciones de Vargas se puede decir que hay una visión de un Estado sobre otro?
Soy respetuoso de los criterios de los dirigentes de la Conaie, no los comparto. Vivimos en un Estado unitario, que sí tiene perspectivas pluriculturales y plurinacionales, pero que tienen que convivir en un solo Estado, en el que se marca el orden. Esta capacidad la tiene únicamente el Estado central, el Ejecutivo a través de Fuerzas Armadas y Policía Nacional. Hemos visto con cierta admiración y desconcierto que el mismo señor Vargas planteó que podrían existir otras fuerzas policiales o militares. Eso no corresponde ni al momento ni a la condición política que nos cobija a todos. Es importante que esas diferencias se vayan achicando. Lo que queremos es atender a las comunidades.